Ser ateo es bueno.
Este volumen repasa algunos de los argumentos históricamente esenciales del ateísmo y el agnosticismo desde una perspectiva del siglo XXI y orientado a la gente común y corriente que, al definirse como atea, no creyente, agnóstica o hereje se siente aislada, bajo asedio y temerosa de decir lo que piensa y por qué lo piensa. No se trata de un manual para enseñar ateísmo, tarea por lo demás imposible, pero es un acto de complicidad para el ateo que empieza a serlo o que se plantea serias dudas religiosas. Y también para el creyente que desea entender las ideas y la actitud que hay detrás de la postura atea, disipando sus misterios, Pretende mostrar cómo, en la opción de vivir sin dioses, no hay sino ideas sólidas, razón y una firme moral -más firme que las de las religiones- asumiendo las responsabilidades que comporta la vida como única oportunidad de ser feliz y de hacer felices a otros.
Este volumen repasa algunos de los argumentos históricamente esenciales del ateísmo y el agnosticismo desde una perspectiva del siglo XXI y orientado a la gente común y corriente que, al definirse como atea, no creyente, agnóstica o hereje se siente aislada, bajo asedio y temerosa de decir lo que piensa y por qué lo piensa. No se trata de un manual para enseñar ateísmo, tarea por lo demás imposible, pero es un acto de complicidad para el ateo que empieza a serlo o que se plantea serias dudas religiosas. Y también para el creyente que desea entender las ideas y la actitud que hay detrás de la postura atea, disipando sus misterios, Pretende mostrar cómo, en la opción de vivir sin dioses, no hay sino ideas sólidas, razón y una firme moral -más firme que las de las religiones- asumiendo las responsabilidades que comporta la vida como única oportunidad de ser feliz y de hacer felices a otros.