No importa cuán seguro estés de ti mismo ni en qué medida te sientas realizado. Tampoco es relevante si tu autoestima está seriamente averiada o si eres un pesimista estructural. Los textos que conforman este volumen son piezas explosivas diseñadas para demoler nuestras consideraciones acerca de lo fútil y lo sustancial.
Leila Macor se ha tomado el trabajo de documentar el absurdo y la disfuncionalidad que moldean nuestra vida cotidiana con el único propósito de atenuar la condena de saberse parte de una gran estafa. El «show» de las apariencias ha fagocitado nuestras emociones más íntimas y frente a la inminencia del hundimiento solo quedan el humor y la ironía como formas de supervivencia.
«La infidelidad forzosa», «La amistad prepaga», «Autoestima encapsulada para mujeres», «El instinto de la prostitución», «El síndrome del pequeño poder», «Los simpáticos de profesión», y «El arte de reciclar regalos» son los títulos que encabezan algunas de las crónicas aquí contenidas y nos dan una clara señal sobre el brío semántico con que la autora, a lo largo del texto, resquebraja nuestra seguridad evidenciando que nuestras relaciones y certezas distan mucho de aquello que percibimos como real. Al finalizar este libro, sentirás el irresistible mandato de reírte de ti mismo y de los demás; sentirás, por momentos, que el impostor que vive en nosotros también tiene derecho a un aplauso, aunque el plató que nos sostiene se esté desmoronando a pedazos.
Leila Macor se ha tomado el trabajo de documentar el absurdo y la disfuncionalidad que moldean nuestra vida cotidiana con el único propósito de atenuar la condena de saberse parte de una gran estafa. El «show» de las apariencias ha fagocitado nuestras emociones más íntimas y frente a la inminencia del hundimiento solo quedan el humor y la ironía como formas de supervivencia.
«La infidelidad forzosa», «La amistad prepaga», «Autoestima encapsulada para mujeres», «El instinto de la prostitución», «El síndrome del pequeño poder», «Los simpáticos de profesión», y «El arte de reciclar regalos» son los títulos que encabezan algunas de las crónicas aquí contenidas y nos dan una clara señal sobre el brío semántico con que la autora, a lo largo del texto, resquebraja nuestra seguridad evidenciando que nuestras relaciones y certezas distan mucho de aquello que percibimos como real. Al finalizar este libro, sentirás el irresistible mandato de reírte de ti mismo y de los demás; sentirás, por momentos, que el impostor que vive en nosotros también tiene derecho a un aplauso, aunque el plató que nos sostiene se esté desmoronando a pedazos.