En menos de un década, la inteligencia artificial podría alcanzar
—e incluso rebasar— a la inteligencia humana. Las corporaciones
y los gobiernos en todo el mundo invierten cantidades
millonarias en lograr el santo grial de la IA: una inteligencia a
nivel humano. Una vez que la IA lo logre, argumentan los científicos,
tendrá impulsos de supervivencia tan intrínsecos como
los nuestros. Podríamos enfrentarnos a un rival mucho más malicioso,
poderoso y extraño de lo que jamás imaginamos.
La inteligencia artificial determina qué libros compramos,
qué películas vemos, incluso con quién salimos. Le pone lo “inteligente”
a nuestros teléfonos, y en cualquier momento manejará
nuestros automóviles. Realiza la mayoría de los intercambios
en Wall Street, y también controla la energía vital, el agua
y la infraestructura de transportación. Pero la IA también pone
en riesgo nuestra existencia.
A través de entrevistas con científicos, visionarios y expertos
de la industria tecnológica, Nuestra invención final explora los
peligros de la negligente búsqueda de una IA superinteligente.
¿Lograremos convivir con seres cuya inteligencia menoscabaría
a la nuestra? Y más importante aún, ¿nos lo permitirán?