El carácter misceláneo de los Moralia se halla bien reflejado en este volumen: contiene escritos de filosofía moral y de teodicea y un sentido escrito personal de consolación dirigido a su esposa.
La serie de tratados acerca de cuestiones éticas que han ido apareciendo en los sucesivos volúmenes dedicados a los Moralia concluye con los de éste: «Sobre el amor a la riqueza», «Sobre la falsa vergüenza», «Sobre la envidia y el odio», «De cómo alabarse sin despertar envidia», en los que Plutarco sigue combinando su vastísima erudición y el conocimiento de las doctrinas más diversas con un lúcido sentido común y el deseo de prestar un servicio público con sus escritos. «De la tardanza de la divinidad en castigar» (que toca el viejo problema de la teodicea y muestra una piadosa creencia en la justicia divina que se sustrae a todas las humanas objeciones, con un mito final en la esfera metafísica inspirado en el final de la República de Platón) y «Sobre el hado» plantean cuestiones más religiosas, a las que tampoco era ajena la sensibilidad de Plutarco, como se advierte en el sexto volumen de los Moralia. «Sobre el demon de Sócrates» reflexiona acerca del impulso que animó la actividad intelectual del maestro de su maestro, Platón. El opúsculo «Sobre el destierro», cosmopolita y espiritualista, es una erudita reflexión acerca del exilio, que a partir de una rica tradición literaria (Musonio, Séneca...) proclama que el hombre es, ante todo, ciudadano del mundo y que la verdadera patria del sabio está en el universo, que el alma no tiene por residencia la Tierra, sino el cielo, por lo que ningún lugar puede quitarnos la felicidad, que se funda en la virtud y el saber. Por último, en «Escrito de consolación a su mujer» Plutarco tiene que recurrir a los grandes recursos anímicos de la filosofía para tratar de confortar a su esposa ante una pérdida terrible.