Continuación de las reflexiones desarrolladas en La jaula de la melancolía, este libro es sin duda un clásico de la llamada "crítica de la cultura", es decir, del trabajo de intelectuales iconoclastas -como Roger Bartra- que tratan de "romper los sellos de la caja de la identidad nacional, para liberar la pluralidad que muchas veces queda atrapada en el estereotipo".
Consciente de las fibras emocionales que se tocan en dicha tarea, el autor critica "irónica y ásperamente la cultura oficial, el burocrático y gris oficio mexicano en el que se quema incienso al autoritario sistema político". Consciente también de que "sin afrancesados, tecnócratas ayanquizados, agnósticos, socialistas, positivistas, protestantes, indios idólatras, comunistas, masones, malinchistas, judíos, agachupinados y muchos otros grupos minoritarios, simplemente no podríamos ni siquiera discutir la identidad cultural mexicana", Bartra no entrega un contundente análisis de la imaginería nacionalista tradicional.
No se hagan bolas, éste es un asalto decisivo en la pelea contra el "canon del axolote".
La invitación a todos aquellos que sobrevivieron al naufragio de las ideologías mesiánicas sigue abierta...
Consciente de las fibras emocionales que se tocan en dicha tarea, el autor critica "irónica y ásperamente la cultura oficial, el burocrático y gris oficio mexicano en el que se quema incienso al autoritario sistema político". Consciente también de que "sin afrancesados, tecnócratas ayanquizados, agnósticos, socialistas, positivistas, protestantes, indios idólatras, comunistas, masones, malinchistas, judíos, agachupinados y muchos otros grupos minoritarios, simplemente no podríamos ni siquiera discutir la identidad cultural mexicana", Bartra no entrega un contundente análisis de la imaginería nacionalista tradicional.
No se hagan bolas, éste es un asalto decisivo en la pelea contra el "canon del axolote".
La invitación a todos aquellos que sobrevivieron al naufragio de las ideologías mesiánicas sigue abierta...