"Orlando furioso" es, a juicio de Cesare Cantú, el más bello poema de la lengua italiana, un “modelo acabado de poesía sencilla, elegante y animada”.
A diferencia de las antiguas narraciones legendarias, las del tiempo de Ariosto no elegían un personaje que encarnara un pueblo o una civilización. Buscaban más los méritos de la confección literaria que las loas de una estirpe. Su inspiración más frecuente estaba por ello en las novelas españolas y francesas y no les importaba tanto la procedencia de su héroe. Ariosto, que llevó la poesía del cinquecento italiano a su cumbre más alta, escribió esta obra como continuación del Orlando enamorado de Matteo Boiardo, narrando hechos reales o fantásticos que habrían sucedido durante el reinado de Carlomagno. El argumento enhebra con gran intensidad la brujería, los amores, la magia, las villanías, traiciones y aventuras de sus protagonistas, incluso sus escarceos sensuales más o menos procaces, en una composición tan brillante que hace del Orlando furioso una de las obras maestras de la literatura universal.
A diferencia de las antiguas narraciones legendarias, las del tiempo de Ariosto no elegían un personaje que encarnara un pueblo o una civilización. Buscaban más los méritos de la confección literaria que las loas de una estirpe. Su inspiración más frecuente estaba por ello en las novelas españolas y francesas y no les importaba tanto la procedencia de su héroe. Ariosto, que llevó la poesía del cinquecento italiano a su cumbre más alta, escribió esta obra como continuación del Orlando enamorado de Matteo Boiardo, narrando hechos reales o fantásticos que habrían sucedido durante el reinado de Carlomagno. El argumento enhebra con gran intensidad la brujería, los amores, la magia, las villanías, traiciones y aventuras de sus protagonistas, incluso sus escarceos sensuales más o menos procaces, en una composición tan brillante que hace del Orlando furioso una de las obras maestras de la literatura universal.