"(...) No, la ciencia ficción literaria existe, es la verdadera cuna del género, donde realmente los autores experimentan, crean y rompen barreras.
Y gente como Braceli son los que deben tender esos puentes hacia el futuro".Víctor Conde
“ENDE era una galaxia muerta… y ni tan siquiera eso. Un mundo condenado, un último suspiro que ya duraba cuatrocientos años. Perséfone, la última estrella, describía una órbita suicida hacia Charybdis, el agujero negro.
Ese paraíso, ese mundo idílico, era el nuevo destino al que mi padre iba a arrastrarnos a mi hermano y a mí”.
Cuando destinaron a su padre a Minos, un asteroide en una galaxia moribunda, Orfeo no sospechaba de las auténticas intenciones de SAITO, la todopoderosa multinacional energética. Junto a Morfeo, su gemelo, Orfeo se verá arrastrado por un siniestro plan que pondrá en juego su vida, la de los otros habitantes de la estación y el origen de la hikari: la misteriosa energía limpia de SAITO.
Y gente como Braceli son los que deben tender esos puentes hacia el futuro".Víctor Conde
“ENDE era una galaxia muerta… y ni tan siquiera eso. Un mundo condenado, un último suspiro que ya duraba cuatrocientos años. Perséfone, la última estrella, describía una órbita suicida hacia Charybdis, el agujero negro.
Ese paraíso, ese mundo idílico, era el nuevo destino al que mi padre iba a arrastrarnos a mi hermano y a mí”.
Cuando destinaron a su padre a Minos, un asteroide en una galaxia moribunda, Orfeo no sospechaba de las auténticas intenciones de SAITO, la todopoderosa multinacional energética. Junto a Morfeo, su gemelo, Orfeo se verá arrastrado por un siniestro plan que pondrá en juego su vida, la de los otros habitantes de la estación y el origen de la hikari: la misteriosa energía limpia de SAITO.