«En estas páginas hay un Arnaldo Otegi como yo honestamente lo veo a partir de mi trato con él y con la gente que le es cercana, complementado con el seguimiento periodístico que hice durante veinticinco años en mi corresponsalía política en el País Vasco.
Mi punto de vista, catalán, y por lo tanto ni vasco ni español, me ha permitido siempre observar el conflicto desde una distancia crítica.
He tratado mucho a Arnaldo. Conservo innumerables notas de mis encuentros con él y diez horas de conversaciones grabadas. He contado que, sumando los ocho libros sobre el País Vasco que he escrito, tiene 156 referencias; y que, entre 1998 y 2004, sale 2.926 veces en mis crónicas y entrevistas.
No es porque sí: Arnaldo Otegi es la fuerza de la paz.»
Antoni Batista
«Rara avis excepcional, las honradas crónicas de Batista, en medio de una guerra y en momentos durísimos, eran aire limpio, no contaminado, iban siempre a contracorriente. Ayudaban a comprender un conflicto gravísimo, te hacían cuestionar tu opinión y tu visión y miraban lejos, siempre mucho más lejos, para vislumbrar otro mañana resolutivo.
Una generación entera está en deuda con Batista por ayudarnos a pensar.»
David Fernàndez (autor del prólogo)
Mi punto de vista, catalán, y por lo tanto ni vasco ni español, me ha permitido siempre observar el conflicto desde una distancia crítica.
He tratado mucho a Arnaldo. Conservo innumerables notas de mis encuentros con él y diez horas de conversaciones grabadas. He contado que, sumando los ocho libros sobre el País Vasco que he escrito, tiene 156 referencias; y que, entre 1998 y 2004, sale 2.926 veces en mis crónicas y entrevistas.
No es porque sí: Arnaldo Otegi es la fuerza de la paz.»
Antoni Batista
«Rara avis excepcional, las honradas crónicas de Batista, en medio de una guerra y en momentos durísimos, eran aire limpio, no contaminado, iban siempre a contracorriente. Ayudaban a comprender un conflicto gravísimo, te hacían cuestionar tu opinión y tu visión y miraban lejos, siempre mucho más lejos, para vislumbrar otro mañana resolutivo.
Una generación entera está en deuda con Batista por ayudarnos a pensar.»
David Fernàndez (autor del prólogo)