¿Y si la única opción fuese seguir adelante?
Siempre he querido tocar el alma de aquellos que han elegido la muerte para seguir viviendo y por eso escribí esta historia, para acercarme a ellos. Sin embargo, al retomar su último suspiro desde aquella alta ventana de mi infancia, me crucé con mi otro yo, con la madre, y pensé que quizá era más leal hablar de los vivos que habían elegido seguir muriendo.
Y entonces, la trama cambió, y se volvió un doble cadáver, madre e hija, hija y madre, un antes y un después.
¡Ya no hay marcha atrás!, piensa Julia... Mientras se precipita al vacío.
"Quiero girar, y lo intento, pero mi cuerpo sigue la ley más brutal de la naturaleza, cae, sin piedad, rápido, muy rápido… ¡Qué velocidad arrastra la muerte en su loca carrera hacia el final!, casi no da tiempo a pensar, a respirar, a evocar un solo recuerdo".
¡La vida, interrumpida en un instante!
En mi desconsuelo acaricio la idea de que sufrir es otra forma de amar, ¡tiene que serlo!, porque si no, ¿quién soportaría tanta dolor?
Siempre he querido tocar el alma de aquellos que han elegido la muerte para seguir viviendo y por eso escribí esta historia, para acercarme a ellos. Sin embargo, al retomar su último suspiro desde aquella alta ventana de mi infancia, me crucé con mi otro yo, con la madre, y pensé que quizá era más leal hablar de los vivos que habían elegido seguir muriendo.
Y entonces, la trama cambió, y se volvió un doble cadáver, madre e hija, hija y madre, un antes y un después.
¡Ya no hay marcha atrás!, piensa Julia... Mientras se precipita al vacío.
"Quiero girar, y lo intento, pero mi cuerpo sigue la ley más brutal de la naturaleza, cae, sin piedad, rápido, muy rápido… ¡Qué velocidad arrastra la muerte en su loca carrera hacia el final!, casi no da tiempo a pensar, a respirar, a evocar un solo recuerdo".
¡La vida, interrumpida en un instante!
En mi desconsuelo acaricio la idea de que sufrir es otra forma de amar, ¡tiene que serlo!, porque si no, ¿quién soportaría tanta dolor?