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    Pack Ahorra al Comprar 2 (Nº 088): 1000 Chistes para partirse & Las reglas del juego

    Por Berto Pedrosa

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    1000 Chistes para partirse
    Berto Pedrosa

    Incluye los siguientes volúmenes:
    - 500 Chistes para partirse la caja
    - 500 Chistes para partirse el ajete

    —Mi vida, ¿este vestido me hace gorda?
    —¡Hijo, rápido, trae la cámara! ¡Este elefante me está hablando!

    —Estoy fatal de la garganta, estoy que no puedo ni hablar.
    —¿Ronco?
    —Como una cerda asmática, Lola, pero qué tendrá que ver.

    —Mamá, mamá... ¿qué es un travesti?
    —Hijo, mamá está en su cuarto.

    —Hola, ¿tiene usted una película que se llama "Tu culo está estacionado”?
    —¿Sabe el título en inglés?
    —Sí. Your ass is park.

    ¿Cómo maldice un pollito a otro?
    Caldito seas. ¡Caldito seas!

    —Dígame cuatro palabras en inglés.
    —Metro, Goldwyn, Mayer.
    —¿Y la cuarta?
    —¡Grrrrrrr!

    El profesor a un alumno.
    —Estás expulsado del equipo de paracaidismo.
    —¿Por qué?
    —Porque no me caes bien.

    —¿Habla portugués?
    —Claro.
    —Traduzca "árbol".
    —Eu caliptu.

    La curiosidad mató al gato…. *A 250 ratones les gusta esto.*

    —Oye, Terminator, ¿es cierto que perdiste todos los sentidos?
    —Hasta la vista, baby.

    —Doctor, ¿qué tengo?
    —Espera, te lo digo en inglés. ¿Sabes como se dice "dos más" en inglés?
    —Two more.
    —Exacto, tienes un two more en el cerebro. Te vas a morir.

    ¿Cómo termina un elefante a los pies de un roble?
    Se sienta en una hoja y espera a que llegue el otoño.

    Se abre el telón y se ve a Andrés Inhiesta con un helado y una estampida enorme de gente corriendo hacia él.
    Se cierra el telón. ¿Cómo se llama la película?
    Aporkalises now.

    ¿Qué es una mancha azul en la pared?
    Un mosca con vaqueros.

    —¡Hola! ¿Sabes que he abierto una joyería?
    —Pero si no tenías ni un duro…
    —¡No, hombre! Con un destornillador.

    ¿Cómo se congela a un cerdo? Quitándole el edredón.

    Odio ser bipolar...
    ¡Me encanta!

    ¡He cazado una mofeta! ¡Me la voy a meter en las bragas!
    ¡¿Pero qué dices?! ¡Que eso huele fatal!
    ¡Que se fastidie!

    —Tus padres han muerto...
    —¿Y ahora quién cuida de mí?
    —Garnier. Garnier cuida de ti.

    —¿Cómo te llamas?
    —Jara.
    —¡Qué nombre más bonito!
    —¿A que ji?


    Y así hasta 1.000 :)
    Cómpralo, no te arrepentirás.

    +

    Las reglas del juego: Una aventura de aceitunas asesinas
    Myconos Kitomher

    Susan, una mujer atrapada en un juego macabro con su grupo de nuevas amigas, se verá obligada a enfrentarse a ellas para salvar la vida de su marido y de sus dos hijos.

    Fragmento:
    —No sé lo que es, pero Isobel tiene uno. Se lo vi el pasado viernes, durante la partida. Le caminaba por debajo de la piel, le bajaba por el cuello.
    —¿Y no dijiste nada?
    —Me pareció divertido. Supongo que no estaba en mis cabales.
    —¿Y ahora lo estás?
    —¡Ahora lo tengo dentro! ¡No es lo mismo, joder!
    —A ver, no te muevas. Déjame que lo mire otra vez. Quizá hayan sido imaginaciones mías.
    Susan volvió a apartarle el pelo, pero esta vez le metió el cañón de la pistola en el costado.
    —No te muevas si quieres conservar las tripas dentro.
    —Qué agradable te has vuelto.
    —Culpa vuestra.
    El bulto había desaparecido. Susan estaba por creer que se lo había imaginado cuando volvió a localizarlo, en medio del cuello. Muy despacio, sin creer que aquello pudiera estar sucediendo realmente, pero consciente de que no soñaba, acercó un dedo al extraño bulto. Era más bien alargado, más o menos del tamaño de una canica, pero con la forma de un melón. Cuando Susan lo palpó con el dedo índice, la cosa echó a correr cuello abajo, abultando la piel a su paso.
    —Dios Santo...
    —¿Qué pasa?
    —Madre mía...
    —¡Susan!
    —¿No lo sientes? Te… te está bajando.
    —¡No siento nada de nada! ¡Déjame parar, no puedo conducir así!

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