«La lectura de todos los escritos que aquí se presentan fue también un
viaje. Un viaje que, como sucede con las buenas travesías,
desestructura, modifica: de algún modo, uno no es el mismo al
terminarlo».
Momentos, nombres, paisajes y, claro, aventuras. Todo detectado con
exactitud, todo narrado como si se estuviese en torno a un fogón,
sosteniendo el interés por las historias hasta lo inaudito. El
periodista Mario Markic, enorme conocedor de las rutas argentinas, en
especial las patagónicas, vuelve la vista atrás en el tiempo, mira fijo
hacia el sur del mundo y ofrece el más rico de los recorridos posibles
por la Patagonia: el que provee la historia.
La Patagonia prohijó teorías científicas revolucionarias y revueltas
anarquistas, exploradores de aire, mar y tierra, inescrupulosos,
buscadores de oro, sacerdotes, aristócratas fugitivos, embusteros y
colonos. Drake, Magallanes, Darwin, Saint-Exupéry, Fitz Roy, el «Marco
Polo de la Patagonia» y la primera turista del fin del mundo se dan cita
en las páginas de este libro apasionante, protagonizando aventuras que
son reales pero parecen mitológicas. O viceversa.
«La lectura de todos los escritos que aquí se presentan fue también un
viaje. Un viaje que, como sucede con las buenas travesías,
desestructura, modifica: de algún modo, uno no es el mismo al
terminarlo».
Momentos, nombres, paisajes y, claro, aventuras. Todo detectado con
exactitud, todo narrado como si se estuviese en torno a un fogón,
sosteniendo el interés por las historias hasta lo inaudito. El
periodista Mario Markic, enorme conocedor de las rutas argentinas, en
especial las patagónicas, vuelve la vista atrás en el tiempo, mira fijo
hacia el sur del mundo y ofrece el más rico de los recorridos posibles
por la Patagonia: el que provee la historia.
La Patagonia prohijó teorías científicas revolucionarias y revueltas
anarquistas, exploradores de aire, mar y tierra, inescrupulosos,
buscadores de oro, sacerdotes, aristócratas fugitivos, embusteros y
colonos. Drake, Magallanes, Darwin, Saint-Exupéry, Fitz Roy, el «Marco
Polo de la Patagonia» y la primera turista del fin del mundo se dan cita
en las páginas de este libro apasionante, protagonizando aventuras que
son reales pero parecen mitológicas. O viceversa.