Néstor y Cristina Kirchner tienen razón: toda realidad es una
construcción. ¿Pero cómo hicieron ellos para construir su historia
oficial? PATRIA O MEDIOS revela hasta qué punto concibieron su época
como una guerra de relatos irreconciliables al cabo de la cual debían
erigirse ganadores absolutos o morir políticamente. El libro se centra
en el verdadero paradigma de los Kirchner: gobernar es editar. El
matrimonio presidencial tomó desde un principio las críticas de la
prensa como arteros fusilamientos mediáticos. Calificaron a la reforma
de la Ley de Radiodifusión como la madre de todas las batallas. Editaron
las estadísticas del INDEC como un mensuario, la obra pública como un
diario, las denuncias de corrupción como un archivo, cajoneándolas, y
sus propias historias personales como un folletín. Según ellos, fueron
salvajemente perseguidos por la dictadura, cuando solo hay registros de
un par de noches en una comisaría de Río Gallegos. También editaron un
multimedios oficialista, beneficiado por la jugosa pauta publicitaria
gubernamental, utilizada a su vez para domesticar a los díscolos.
construcción. ¿Pero cómo hicieron ellos para construir su historia
oficial? PATRIA O MEDIOS revela hasta qué punto concibieron su época
como una guerra de relatos irreconciliables al cabo de la cual debían
erigirse ganadores absolutos o morir políticamente. El libro se centra
en el verdadero paradigma de los Kirchner: gobernar es editar. El
matrimonio presidencial tomó desde un principio las críticas de la
prensa como arteros fusilamientos mediáticos. Calificaron a la reforma
de la Ley de Radiodifusión como la madre de todas las batallas. Editaron
las estadísticas del INDEC como un mensuario, la obra pública como un
diario, las denuncias de corrupción como un archivo, cajoneándolas, y
sus propias historias personales como un folletín. Según ellos, fueron
salvajemente perseguidos por la dictadura, cuando solo hay registros de
un par de noches en una comisaría de Río Gallegos. También editaron un
multimedios oficialista, beneficiado por la jugosa pauta publicitaria
gubernamental, utilizada a su vez para domesticar a los díscolos.