Piel y Sexo

Lo ideal en este Ensayo es tener una propia apreciación de la Piel desnuda para concluir con cierto criterio con “Piel y Sexo” de una manera particular al ser observada desde el cuero cabelludo hasta la extremidad distal del miembro inferior al estar la figura humana de pie, sentada, en decúbito dorsal o ventral con inclinaciones en todas sus posiciones, obviando el pudor para poder obtener una idea de las zonas erógenas, íntimas, cuando antes eran los senos, muslos y genitales. La belleza de la piel en el desnudo se puede observar “sexo-atractiva”, expresada en la figura de carne y hueso frente a los ojos; incluso, en las obras pictóricas al pasearse por una de las “galerías de la imaginación” donde los mejores artistas plásticos hayan comulgado con el arte erótico en sus obras expuestas con los respectivos títulos, recordando que no se recatan los labios, nuca y piernas. Hoy en día sobresalen al aire libre lo convexo de los senos y los glúteos ante los ojos del mundo, sin importarles que revienten o exploten sorpresiva o inesperadamente, menospreciándose al pezón. Los reflejos condicionados que promueven transformaciones funcionales en el organismo a través de un proceso químico, de permitir liberar sustancias erógenas al mirar a una piel desnuda en cualquier posición, dando origen a la erección, a la estimulación según (Freud y Jung), sin sorprender que lo mismo se sienta al mirar fijamente a una de las obras eróticas con la Piel de exhibir en dicha galería, sintiéndose la atracción al estar semidesnuda.