«Yo llegué a vivir realmente a través de los cuentos. Era mi manera de evadirme y poder realizar mis más profundos deseos. Y creo que sigo viviendo así. Que todos seguimos viviendo la vida de la misma manera. A través de las historias. A veces el único sentido para continuar es nuestra curiosidad por saber el final.»
El fuego lo había devorado todo para solo escupir cenizas. Con dos niños colgados de sus brazos, Joyce descubre que su única alternativa es el avance. El avance hacia un reino desconocido, donde el pilar más sólido de verdad se puede convertir en un frágil soplo de mentira. Pese augurar un destino incierto, quizás cruel, Joyce no puede desandar sus propios pasos. La voluntad del destino lo atraerá con la fuerza de su ímpetu.
Quizás hubiera sido mejor no seguir. Una vida en el campo, tan desgraciada como podía ser la de cualquiera. Un trono no es lugar para los osados, sino para aquellos cuya poderosa sangre merece reinar. Quizás era mejor volver. Pero ya no había vuelta atrás. La sangre mefítica había cruzado las fronteras.
El fuego lo había devorado todo para solo escupir cenizas. Con dos niños colgados de sus brazos, Joyce descubre que su única alternativa es el avance. El avance hacia un reino desconocido, donde el pilar más sólido de verdad se puede convertir en un frágil soplo de mentira. Pese augurar un destino incierto, quizás cruel, Joyce no puede desandar sus propios pasos. La voluntad del destino lo atraerá con la fuerza de su ímpetu.
Quizás hubiera sido mejor no seguir. Una vida en el campo, tan desgraciada como podía ser la de cualquiera. Un trono no es lugar para los osados, sino para aquellos cuya poderosa sangre merece reinar. Quizás era mejor volver. Pero ya no había vuelta atrás. La sangre mefítica había cruzado las fronteras.