Tirso de Molina (Madrid, 1584-Almazán, 1648). España.
Su verdadero nombre fue Gabriel Téllez, y nació hacia 1580-84 en Madrid. Se especula (con poca solidez) sobre la posibilidad de que fuera hijo ilegítimo del duque de Osuna, uno de los personajes más influyentes del momento. También se cree que sus padres eran sirvientes de los condes de Molina, cuyo apellido adoptaría más tarde Gabriel al ordenarse monje.
Tras estudiar en la Universidad de Alcalá de Henares, donde debió conocer a Lope de Vega, Tirso de Molina ingresó en el convento de la orden de la Merced de Guadalajara, en noviembre de 1600, y tomó los hábitos dos meses y medio después, en el monasterio de San Antolín, en la misma ciudad. En 1606 se ordenó sacerdote en Toledo, donde estudió artes y teología. Desde Toledo haría diversos viajes por la Península, con una estancia de dos años (1614-15) en el monasterio de Estercuel, en Aragón. También estuvo en Santo Domingo, entre 1616 y 1618, experiencia que reflejaría en algunas obras. A su regreso, instalado en Madrid, aparecieron sus comedias profanas, mal recibidas por las autoridades eclesiásticas y políticas, que lo apartaron primero a Sevilla y, años después (1625), a Cuenca.
Tirso de Molina hubo de esquivar críticas políticas y religiosas por la supuesta ligereza e inmoralidad de sus obras (sobre todo, las sátiras y las comedias), lo que lo obligó a escribir muchas veces en el anonimato. La reclusión en Cuenca se levantó hacia 1626, pasando a ostentar diversos cargos eclesiásticos. Durante la estancia de Tirso en Cataluña redactó la crónica de su orden, Historia general de la orden de la Merced. Dicho texto le valió que el papa Urbano VIII le concediera el grado de maestro y cronista general de su orden en 1639, pero nuevos enfrentamientos con miembros mercedarios lo condujeron a un nuevo retiro a Cuenca al año siguiente, de donde solo saldrá, en 1645, con la encomienda del convento mercedario de Soria, retiro en el que pasará sus últimos años. Tirso de Molina murió en la localidad soriana de Almazán en 1648.
Su verdadero nombre fue Gabriel Téllez, y nació hacia 1580-84 en Madrid. Se especula (con poca solidez) sobre la posibilidad de que fuera hijo ilegítimo del duque de Osuna, uno de los personajes más influyentes del momento. También se cree que sus padres eran sirvientes de los condes de Molina, cuyo apellido adoptaría más tarde Gabriel al ordenarse monje.
Tras estudiar en la Universidad de Alcalá de Henares, donde debió conocer a Lope de Vega, Tirso de Molina ingresó en el convento de la orden de la Merced de Guadalajara, en noviembre de 1600, y tomó los hábitos dos meses y medio después, en el monasterio de San Antolín, en la misma ciudad. En 1606 se ordenó sacerdote en Toledo, donde estudió artes y teología. Desde Toledo haría diversos viajes por la Península, con una estancia de dos años (1614-15) en el monasterio de Estercuel, en Aragón. También estuvo en Santo Domingo, entre 1616 y 1618, experiencia que reflejaría en algunas obras. A su regreso, instalado en Madrid, aparecieron sus comedias profanas, mal recibidas por las autoridades eclesiásticas y políticas, que lo apartaron primero a Sevilla y, años después (1625), a Cuenca.
Tirso de Molina hubo de esquivar críticas políticas y religiosas por la supuesta ligereza e inmoralidad de sus obras (sobre todo, las sátiras y las comedias), lo que lo obligó a escribir muchas veces en el anonimato. La reclusión en Cuenca se levantó hacia 1626, pasando a ostentar diversos cargos eclesiásticos. Durante la estancia de Tirso en Cataluña redactó la crónica de su orden, Historia general de la orden de la Merced. Dicho texto le valió que el papa Urbano VIII le concediera el grado de maestro y cronista general de su orden en 1639, pero nuevos enfrentamientos con miembros mercedarios lo condujeron a un nuevo retiro a Cuenca al año siguiente, de donde solo saldrá, en 1645, con la encomienda del convento mercedario de Soria, retiro en el que pasará sus últimos años. Tirso de Molina murió en la localidad soriana de Almazán en 1648.