Querido lector:
Lo primero que quiero es recordar que he creado este trabajo con el fin de usarlo como diario personal donde narrar mi vida, o al menos una gran parte de ella. Este trabajo tiene como objetivo principal de plasmar mis pensamientos y emociones en cada uno de los temas de mi creación ya que de esta forma no dejar caer en el olvido. En fin, ahora quedará claro la utilidad de mi desafío, pues bien no te ofrezco la estética, el arte ni la magia literaria de muestro sacrificio todo aquello que forma parte de la faz interna del ser humano.
Los días que disfruto junto a vosotros y me gustaría hablar un poco de la poesía y el relato cómo estos poemas se dieran a conocer a todas y todos quienes gusten y estén contagiados de la lectura en sus momentos libres y de ocio. Hablamos de una inspiración conjugada, en la parte creativa y apasionada de mi vida. Que ha ocurrido un espacio en silencio, la poesía continúa en cada línea, en cada instante y en estas páginas de espíritu efimero, de conceptos claros y matizados. José Francisco, sin armas y sin defensas a la inspiración en la poesía, y toca fondo que probablemente solución no tiene. El impulso vibra en las raíces del alma que percibe y respira la esencia, en instantes se observa la claridad en el infinito donde permanece el sentimiento.
Así es entonces, cuando el esfero de color azúl que fluye sobre el papel, para consentir a la poesía en una eterna inspiración, a menudo se afirmado un mismo ideal, la poesía describe rasgos en tiempo divertido. El hombre, consciente de la soledad y la imaginación que se repite de palabra en palabra; palabras que fijan un campo semántico cada vez más orientado en el lugar verdadero.
La fotografía, el arte y la poesía constante en su mirada inquieta con la presencia del Todopoderoso aclamado y susurrado a la vez, que figura la alegría conjugada con la emoción gracias a las veladas simbólicas y carismáticas. El hombre reivindica el sitial de desvelador, el espíritu que transciende y vive en la poesía, en el aire, en la soledad en el viento que sopla la mirada profunda de José, es una mirada joven, interrogante, que deslumbre e ilumine sus objetivos.
José Francisco Jiménez Gaona
Lo primero que quiero es recordar que he creado este trabajo con el fin de usarlo como diario personal donde narrar mi vida, o al menos una gran parte de ella. Este trabajo tiene como objetivo principal de plasmar mis pensamientos y emociones en cada uno de los temas de mi creación ya que de esta forma no dejar caer en el olvido. En fin, ahora quedará claro la utilidad de mi desafío, pues bien no te ofrezco la estética, el arte ni la magia literaria de muestro sacrificio todo aquello que forma parte de la faz interna del ser humano.
Los días que disfruto junto a vosotros y me gustaría hablar un poco de la poesía y el relato cómo estos poemas se dieran a conocer a todas y todos quienes gusten y estén contagiados de la lectura en sus momentos libres y de ocio. Hablamos de una inspiración conjugada, en la parte creativa y apasionada de mi vida. Que ha ocurrido un espacio en silencio, la poesía continúa en cada línea, en cada instante y en estas páginas de espíritu efimero, de conceptos claros y matizados. José Francisco, sin armas y sin defensas a la inspiración en la poesía, y toca fondo que probablemente solución no tiene. El impulso vibra en las raíces del alma que percibe y respira la esencia, en instantes se observa la claridad en el infinito donde permanece el sentimiento.
Así es entonces, cuando el esfero de color azúl que fluye sobre el papel, para consentir a la poesía en una eterna inspiración, a menudo se afirmado un mismo ideal, la poesía describe rasgos en tiempo divertido. El hombre, consciente de la soledad y la imaginación que se repite de palabra en palabra; palabras que fijan un campo semántico cada vez más orientado en el lugar verdadero.
La fotografía, el arte y la poesía constante en su mirada inquieta con la presencia del Todopoderoso aclamado y susurrado a la vez, que figura la alegría conjugada con la emoción gracias a las veladas simbólicas y carismáticas. El hombre reivindica el sitial de desvelador, el espíritu que transciende y vive en la poesía, en el aire, en la soledad en el viento que sopla la mirada profunda de José, es una mirada joven, interrogante, que deslumbre e ilumine sus objetivos.
José Francisco Jiménez Gaona