Manuel Acuña (1849-1873) fue un importante poeta mexicano perteneciente al movimiento romántico.
Lamentablemente tuvo una vida muy corta, aunque comenzó a escribir de pequeño e incluso estudió varios idiomas entre los que se encontraban el latín y el francés; también comenzó a estudiar medicina.
Participó de círculos literarios junto a personajes importantes de las letras mexicanas como lo son Ignacio Manuel Altamirano y Agustín F. Cuenca. Pese a haber fallecido a los 24 años (se quitó la vida ingiriendo cianuro) tuvo una vida literaria sumamente fructífera, una de sus obras que más ha trascendido es "Nocturno", el cual dedicó a Rosario de la Peña, de quien se hallaba enamorado y que se intuye fue una de las causas de su suicidio.
Muchos autores entre los que se encontró José Martí escribieron acerca de este joven y perdido poeta mexicano, sobre lo que su obra ha dejado para la poesía de nuestra lengua y sobre todo sobre la tristeza que debió embargarlo para convencerlo de que la única salida era quitarse la vida.
Lamentablemente tuvo una vida muy corta, aunque comenzó a escribir de pequeño e incluso estudió varios idiomas entre los que se encontraban el latín y el francés; también comenzó a estudiar medicina.
Participó de círculos literarios junto a personajes importantes de las letras mexicanas como lo son Ignacio Manuel Altamirano y Agustín F. Cuenca. Pese a haber fallecido a los 24 años (se quitó la vida ingiriendo cianuro) tuvo una vida literaria sumamente fructífera, una de sus obras que más ha trascendido es "Nocturno", el cual dedicó a Rosario de la Peña, de quien se hallaba enamorado y que se intuye fue una de las causas de su suicidio.
Muchos autores entre los que se encontró José Martí escribieron acerca de este joven y perdido poeta mexicano, sobre lo que su obra ha dejado para la poesía de nuestra lengua y sobre todo sobre la tristeza que debió embargarlo para convencerlo de que la única salida era quitarse la vida.