PRESENTACIÓN:
“POLÍTICA y Esclavitud Social”. -Es un Ensayo Didáctico que recoge el sentir de esos esclavos sociales que pueblan las ciudades de todo el mundo. De los mártires de los Mesías políticos, y de aquellos, que arriesgando su propia vida escapan cruzando mares en busca de otras vidas. Y porque no, de aquellos que trepan por las empalizadas que a igual que aves de corral, intentan escapar de sus verdugos.
Por otra parte están los que no precisan de nada, los que lo tienen todo, los que envueltos en sus baluartes políticos se permiten gastar lo que no es de ellos. No les importa el sufrimiento de los demás. En sus genes, van marcados los distintivos del totalitarismo y del poder. No pueden evitar la corrupción, ya que la corrupción vive en ellos como forma enmascarada de sus opulentas vivencias.
Las diferencias entre ambos grupos estriban en la realidad que todos pueden ver. Se ve, en la manera de vivir, se ve en el derroche indiscriminado, se ve en la falta de atención hacia los que como esclavos pagamos sus caprichos y sus exuberantes riquezas. En definitiva, la diferencia es tan grande que no se puede ocultar.
Yo me pregunto ¿existirá razón dentro de la sin razón?... Desgraciadamente se que no tiene remedio. Para verlo, basta con comparar lo que somos en la actualidad, con los que hace: cien, mil, o cinco mil años atrás vivieron. Ello, nos da una imagen clara de que nada ha cambiado. Los dos grupos siguen igual de diferenciados. Unos no tienen nada y los otros lo tienen todo.
“POLÍTICA y Esclavitud Social”. -Es un Ensayo Didáctico que recoge el sentir de esos esclavos sociales que pueblan las ciudades de todo el mundo. De los mártires de los Mesías políticos, y de aquellos, que arriesgando su propia vida escapan cruzando mares en busca de otras vidas. Y porque no, de aquellos que trepan por las empalizadas que a igual que aves de corral, intentan escapar de sus verdugos.
Por otra parte están los que no precisan de nada, los que lo tienen todo, los que envueltos en sus baluartes políticos se permiten gastar lo que no es de ellos. No les importa el sufrimiento de los demás. En sus genes, van marcados los distintivos del totalitarismo y del poder. No pueden evitar la corrupción, ya que la corrupción vive en ellos como forma enmascarada de sus opulentas vivencias.
Las diferencias entre ambos grupos estriban en la realidad que todos pueden ver. Se ve, en la manera de vivir, se ve en el derroche indiscriminado, se ve en la falta de atención hacia los que como esclavos pagamos sus caprichos y sus exuberantes riquezas. En definitiva, la diferencia es tan grande que no se puede ocultar.
Yo me pregunto ¿existirá razón dentro de la sin razón?... Desgraciadamente se que no tiene remedio. Para verlo, basta con comparar lo que somos en la actualidad, con los que hace: cien, mil, o cinco mil años atrás vivieron. Ello, nos da una imagen clara de que nada ha cambiado. Los dos grupos siguen igual de diferenciados. Unos no tienen nada y los otros lo tienen todo.