Dueña de una de las mentes más lúcidas del panorama literario actual, Margaret Atwood no es sólo una institución de las letras canadienses, sino también una figura relevante que se ha volcado por igual en la promoción de la literatura y la protección del medioambiente. Esta novela, su última obra publicada, se inscribe en el ámbito de la ficción especulativa, género en el que Atwood ha cosechado algunos de los mayores éxitos de su formidable bibliografía.
Víctimas de la debacle económica, Stan y Charmaine se instalan en el coche tras perder su casa. Malviven gracias a los escasos ingresos que ella consigue en un bar de poca monta. Es entonces cuando llama su atención un anuncio acerca del Proyecto Positrón, un experimento social en el que los habitantes de la idílica ciudad de Consiliencia se dividen en dos grupos que alternan su modus vivendi cada treinta días: mientras el cincuenta por ciento se recluye en la Penitenciaría Positrón para mantener el sistema, la otra mitad disfruta de plena libertad y lleva un estilo de vida propio de la clase media. Al cabo de un mes, intercambian sus roles: los libres ingresan en prisión y los encarcelados se instalan en las viviendas que ocupaban los nuevos reclusos, haciendo uso común de todos los objetos, enseres y aparatos. Agotado el entusiasmo inicial, Stan y Charmaine no tardan en percatarse de que Consiliencia no es el paraíso que habían imaginado y pronto se ven envueltos en una serie de aventuras disparatadas, atrapados en un torbellino de lujuria que les hará cuestionarse sus valores y sentimientos más profundos.
La desbordante imaginación de Atwood, arropada por un mordaz sentido del humor, da vida a una novela que, si bien gira en torno a un fenómeno tan actual como la progresiva extinción de la clase media, incide también en los entresijos de la pareja moderna, desvelando de forma inquietante su intimidad, sus crisis, sus demonios y fantasías. Una obra punzante de uno de los escritores más talentosos de la narrativa contemporánea.
Víctimas de la debacle económica, Stan y Charmaine se instalan en el coche tras perder su casa. Malviven gracias a los escasos ingresos que ella consigue en un bar de poca monta. Es entonces cuando llama su atención un anuncio acerca del Proyecto Positrón, un experimento social en el que los habitantes de la idílica ciudad de Consiliencia se dividen en dos grupos que alternan su modus vivendi cada treinta días: mientras el cincuenta por ciento se recluye en la Penitenciaría Positrón para mantener el sistema, la otra mitad disfruta de plena libertad y lleva un estilo de vida propio de la clase media. Al cabo de un mes, intercambian sus roles: los libres ingresan en prisión y los encarcelados se instalan en las viviendas que ocupaban los nuevos reclusos, haciendo uso común de todos los objetos, enseres y aparatos. Agotado el entusiasmo inicial, Stan y Charmaine no tardan en percatarse de que Consiliencia no es el paraíso que habían imaginado y pronto se ven envueltos en una serie de aventuras disparatadas, atrapados en un torbellino de lujuria que les hará cuestionarse sus valores y sentimientos más profundos.
La desbordante imaginación de Atwood, arropada por un mordaz sentido del humor, da vida a una novela que, si bien gira en torno a un fenómeno tan actual como la progresiva extinción de la clase media, incide también en los entresijos de la pareja moderna, desvelando de forma inquietante su intimidad, sus crisis, sus demonios y fantasías. Una obra punzante de uno de los escritores más talentosos de la narrativa contemporánea.