Después del ataque a su aldea, Tarek es encontrado bajo el cuerpo de su madre por una hechicera. Pasados los años, durante una cacería, se ve obligado a luchar contra un lobo por una pieza de caza, y en el transcurso de la pelea caen los dos gravemente heridos. La hechicera entonces, decide trasladarlos a su cueva para realizar un ritual que les permita seguir con vida, e introduce el alma del lobo en el cuerpo de Tarek, haciendo así que el muchacho comparta parte de sus facultades cuando se enfurece o se siente atacado.
A partir de ese momento su vida cambia drásticamente, abandona a los suyos y en su viaje descubre que no es el único que comparte el alma con una bestia. Además, será acosado por los portadores, hechiceros que insertan el alma animal en los hombres y tratarán de controlar su poder.
A partir de ese momento su vida cambia drásticamente, abandona a los suyos y en su viaje descubre que no es el único que comparte el alma con una bestia. Además, será acosado por los portadores, hechiceros que insertan el alma animal en los hombres y tratarán de controlar su poder.