La ausencia de escritura, así como de materiales inmarcesibles donde perpetuar las ideas, ha hecho imposible desenmarañar los sucesos que forjaron los cimientos de nuestra civilización.
A aquella época llena de misterios y acertijos la llamamos simplemente prehistoria, tal vez soslayando la importancia del período que hincó las raíces de las vicisitudes que aún dominan la geopolítica de nuestro pequeño y acaso insignificante planeta.
Desafiando tan espesa bruma, he aquí una novela que bien podría acercarse a las respuestas a muchas de las interrogantes que aún nos continúan resistiendo a pesar de nuestra ciencia y tecnología, las cuales nos han apostado en los albores de trastocar los secretos de la vida misma.
A aquella época llena de misterios y acertijos la llamamos simplemente prehistoria, tal vez soslayando la importancia del período que hincó las raíces de las vicisitudes que aún dominan la geopolítica de nuestro pequeño y acaso insignificante planeta.
Desafiando tan espesa bruma, he aquí una novela que bien podría acercarse a las respuestas a muchas de las interrogantes que aún nos continúan resistiendo a pesar de nuestra ciencia y tecnología, las cuales nos han apostado en los albores de trastocar los secretos de la vida misma.