En la sociedad actual y mucho más en el mundo de las organizaciones, estamos rodeados por cientos de tareas que tenemos que realizar cada día, chequear emails, reuniones, etc. Al fin y al cabo se trata de tareas que con las crisis económicas en una u otra zona del mundo, se acrecientan en número y complejidad. Al haber menos personas para hacer las mismas tareas, terminamos con un listado interminable de tareas a realizar que es imposible completar en la jornada laboral.
¿Qué ocurre cuando los asuntos a resolver ocupan más tiempo del que disponemos?
Es difícil aceptar que no somos capaces de hacer todo lo que nos proponemos, pero el tiempo es finito, plástico según Einstein pero finito en cualquier caso.
Dedica tu tiempo a las tareas de las que realmente te puedes encargar y que requieran más de tu experiencia y aprende a decir que no al resto.
¿Qué ocurre cuando los asuntos a resolver ocupan más tiempo del que disponemos?
Es difícil aceptar que no somos capaces de hacer todo lo que nos proponemos, pero el tiempo es finito, plástico según Einstein pero finito en cualquier caso.
Dedica tu tiempo a las tareas de las que realmente te puedes encargar y que requieran más de tu experiencia y aprende a decir que no al resto.