La lingüística de la enunciación surgió por la aplicación que Benveniste hizo de estas teorías a la lingüística. Para él, el lenguaje no es un instrumento de comunicación porque no es algo externo al hombre, sino que lo define como tal, interiormente como un yo, un sujeto del mundo en relación a otros y a sí mismo. La comunicación es la consecuencia pragmática de esa organización interna que produce el lenguaje: “es el acto de decir el que funda al sujeto y simultáneamente al otro en el ejercicio del discurso”. De esta forma, establece la polaridad básica yo / tú del diálogo; las marcas o índices -deícticos- del aquí y el ahora en que el sujeto dice su enunciado; y la expresión del presente como el tiempo verbal en el que se habla.
Estos tres son los argumentos principales en que Benveniste sustenta la subjetividad del lenguaje.
Para desarrollar estos temas, hemos resumido aquí lo esencial de ENUNCIACIÓN, de María Isabel Filinich.
Estos tres son los argumentos principales en que Benveniste sustenta la subjetividad del lenguaje.
Para desarrollar estos temas, hemos resumido aquí lo esencial de ENUNCIACIÓN, de María Isabel Filinich.