A los ocho años de edad, Ramona Treviño se trepó a un
techo y allí le rogó a Dios que le diera una prueba de su
existencia. Cuando recibió una señal, hizo un pacto consigo misma
de seguirle siempre. Pero las dificultadas familiares y sufrimientos le hicieron
difícil permanecer en ese camino.
Cuando tenía 16 años quedó embarazada, dejó
la secundaria y se casó con un hombre abusador, de quien finalmente se
divorció. Su afán de querer ayudar a muchachas que pasaban
por situaciones parecidas, la llevó a aceptar un trabajo como gerente de
una sucursal de Planned Parenthood. Con el tiempo, sin embargo, Ramona
comenzó plantearse la idea de si en realidad estaba dañando
más a las mujeres que ayudándolas y decidió emprender
un camino hacia la verdad—llevara donde la llevara.
Realizando que no podía seguir remitiendo mujeres a abortar o
brindarles falsas garantías sobre sexo libre-de-riesgo, Ramona, en un acto
de fe, renunció a su empleo dejando atrás su seguridad
económica. Su conversión definitiva culminó con su
regreso a la fe Católica de su infancia y con su nuevo papel de
conferencista y defensora pro-vida.
Esta impactante historia cuanta la lucha de Ramona por conciliar su identidad
como hija de Dios con un mundo lleno de mensajes conflictivos acerca de la
fuente de nuestra dignidad y felicidad. Es la franca y sentida narración de
una mujer que, con la ayuda de la gracia, luchó por sanar sus heridas del
pasado mientras se convertía en agente de sanación para
otros.