Todo cuanto rodea a los seres vivos es estresante, pero es una consecuencia del hecho de estar vivos, ya que el simple acto de respirar sin pausa, los continuados latidos del corazón que no se pueden interrumpir, o la búsqueda incesante del alimento diario, son los estigmas que acompañan nuestra existencia. Si a ello sumamos los problemas cotidianos de la vida en sociedad, con nuestras familias, compañeros de trabajo, autoridades y personas que se nos cruzan continuamente en nuestras vidas, nos daremos cuenta que no hay un sólo momento, o al menos hay muy pocos, en los cuales nos podamos relajar y olvidarnos del mundo que nos rodea.
Afortunadamente, y en oposición al estrés, diario o circunstancial, le proponemos la relajación, que no es otra cosa que separarse de ciertas actividades que someten al cuerpo a un excesivo estrés. La mayoría de las técnicas de relajación consisten en un entrenamiento de los músculos del cuerpo para evitar tensiones ocultas, al mismo tiempo que canalizan la mente hacia lugares más placenteros
Afortunadamente, y en oposición al estrés, diario o circunstancial, le proponemos la relajación, que no es otra cosa que separarse de ciertas actividades que someten al cuerpo a un excesivo estrés. La mayoría de las técnicas de relajación consisten en un entrenamiento de los músculos del cuerpo para evitar tensiones ocultas, al mismo tiempo que canalizan la mente hacia lugares más placenteros