En esta póstuma obra, Responsabilidad por la justicia, Iris Marion YOUNG, reconocida filósofa política y feminista, plantea el tema de la responsabilidad que cada uno tenemos frente a las injusticias "estructurales". Injusticias en las que todas las personas estamos implicadas, pero por las que normalmente no nos culpamos. Todos los agentes que contribuyen con sus acciones a los procesos estructurales que producen injusticias tienen la responsabilidad de trabajar para remediarlas.
YOUNG desarrolla aquí un nuevo ideal y modelo de responsabilidad compartida. Modelo que denomina de las conexiones sociales, según el cual todos los agentes comparten responsabilidades con otros situados de forma diferente, lo que no impide que tengan distintos intereses; ofrece un camino para expresar o describir las complejas responsabilidades interconectadas que resultan de las estructuras sociales nacionales e internacionales. En los actuales marcos cada vez más transnacionales que exigen que nos planteemos cuestiones de justicia global, esta nueva concepción de la responsabilidad es un elemento decisivo para cualquier reflexión y teoría sobre la injusticia y los problemas.
Esta obra desarrolla con gran rigor y claridad esta concepción clarificando la naturaleza de lo que denominamos como injusticias estructurales; analiza el término de responsabilidad política hacia la injusticia y cómo éste difiere de las antiguas ideas del reproche y de la culpa; y por último, explica cómo podemos utilizar este modelo para describir nuestras obligaciones y responsabilidades hacia los otros, sin importar quiénes seamos y dónde vivamos. Plantearse responsabilidades compartidas conlleva determinar normas de acción colectiva para transformar las estructuras que ocasionan las injusticias y para conseguir cambios sociales y políticos de manera exitosa.
YOUNG desarrolla aquí un nuevo ideal y modelo de responsabilidad compartida. Modelo que denomina de las conexiones sociales, según el cual todos los agentes comparten responsabilidades con otros situados de forma diferente, lo que no impide que tengan distintos intereses; ofrece un camino para expresar o describir las complejas responsabilidades interconectadas que resultan de las estructuras sociales nacionales e internacionales. En los actuales marcos cada vez más transnacionales que exigen que nos planteemos cuestiones de justicia global, esta nueva concepción de la responsabilidad es un elemento decisivo para cualquier reflexión y teoría sobre la injusticia y los problemas.
Esta obra desarrolla con gran rigor y claridad esta concepción clarificando la naturaleza de lo que denominamos como injusticias estructurales; analiza el término de responsabilidad política hacia la injusticia y cómo éste difiere de las antiguas ideas del reproche y de la culpa; y por último, explica cómo podemos utilizar este modelo para describir nuestras obligaciones y responsabilidades hacia los otros, sin importar quiénes seamos y dónde vivamos. Plantearse responsabilidades compartidas conlleva determinar normas de acción colectiva para transformar las estructuras que ocasionan las injusticias y para conseguir cambios sociales y políticos de manera exitosa.