Revolución II: El Hijo de Las Sombras

Un hombre desauciado y con el alma corrompida por los remordimientos y la sed de venganza deja la ciudad de Amadora, capital de Revolución, para emprender una nueva vida muy lejos, en las tierras del Norte, en el estado de Caracabasa. Allí se hace, por la mayor de las casualidades, de unas tierras extrañas pertenecientes a un anciano enigmático llamado Malaquías. Pronto las ansias de venganza, los deseos de realizar actos delegnables, se apoderan de Daniel hasta tal punto que abandona por un tiempo estas tierras para regresar a la capital porque pretende acabar con la vida del amante de su esposa, la hermana del taciturno y de mente prodigiosa Marcos Tello. Abortado el primer intento, descubre cuando iba a emprender el segundo, el cuerpo inerte tumbado en la calzada del que era objetivo de sus iras, el doctor Victoriano Berna. De regreso a las tierras de Caracabasa descubre que su espíritu le persigue y no sabe si por venganza, por odio o por ajustar unas cuentas de las que nada tenía que ver, no deja de disfrutar de su compañía los siguientes años. Los días pasan en la casa de la ladera entre manifestaciones paranormales de palomas volálites y movimientos de objetos; además de los atentados a otros personajes vecinos de la zona, piensan que por no querer vender unas tierras para la construcción de una urbanización. La lucha con el empresario que pretende realizar dichas construcciones no se hace esperar, Rodolfo Von Bullock no para en mientes por realizar su empresa hasta que sufre en propias carnes el resultado de enfrentarse con lo paranormal. Tras librarse de los tentáculos del empresario, los asesinatos vuelven a sucederse en las tierras del Norte y nadie sabe quién puede ser el autor hasta que aparece un personaje oscuro y enigmático al que llaman El Hijo de Las Sombras. Comienzan las pesquisas, rastrean las tierras de Daniel Collado, el protagonista, hasta que encuentran el pozo de sus sueños, sueños que tuvo la noche antes de hacerse con su hacienda en la casa de sus padres. Sorprendido, asevera que en su interior están las cabezas decapitadas por el asesino y así se adentran en sus profundidades hasta que, tras sufrir un accidente, aparece de manera incomprensible en una torca extraña de zócalos policromados a cincuenta kilometros del pozo. Todo se complica, la sucesión de enigmas, de recuerdos de pasados violentos, de secretos familiares y civilizaciones extintas, se unen en una amalgama confusa y acechadora de desenlace incierto bajo un misterio inescrutable, quién será el asesino, el llamado Hijo de Las Sombras.