La obra "Romeo y Julieta" de William Shakespeare, escrita hace ya cuatro siglos, ha servido de inspiración a amantes en todos los rincones de nuestro planeta. En la misma, Shakespeare narra las vicisitudes de dos adolescentes a quienes el odio que se profesan sus familias feudales los lleva a un trágico final. Como la trama se desarrolla en la italiana ciudad de Verona, Romeo y Julieta son conocidos como “los amantes de Verona”.
La presente es una nueva versión que mantiene la temática de la obra original: el odio, el amor y la tragedia. Sin embargo, la misma tiene lugar en un barrio habanero unos tres años después de que el régimen de Fidel Castro estableciera el "período especial en tiempo de paz" en septiembre de 1990, para enfrentar la crisis económica provocada por la desaparición del campo socialista en Europa. Los principales protagonistas son los mismos pero sus condiciones de vida y las del resto de los caracteres son muy distintas a las originales. El lenguaje utilizado dista mucho del inglés sofisticado del autor porque el guión, en cortas estrofas que intentan ser versos, está escrito en cubano –de ahí la necesidad de agregar 64 notas al final del mismo. Distinto también es el sorprendente final.
Shakespeare termina su obra con una oración cargada de melancolía: «Porque nunca hubo una historia más triste que esta de Julieta y su Romeo». No veo llegar el día en que podamos decir lo mismo del llamado «Período Especial» y el sistema que lo engendró. Entonces celebraremos el fin de la intolerancia.
La presente es una nueva versión que mantiene la temática de la obra original: el odio, el amor y la tragedia. Sin embargo, la misma tiene lugar en un barrio habanero unos tres años después de que el régimen de Fidel Castro estableciera el "período especial en tiempo de paz" en septiembre de 1990, para enfrentar la crisis económica provocada por la desaparición del campo socialista en Europa. Los principales protagonistas son los mismos pero sus condiciones de vida y las del resto de los caracteres son muy distintas a las originales. El lenguaje utilizado dista mucho del inglés sofisticado del autor porque el guión, en cortas estrofas que intentan ser versos, está escrito en cubano –de ahí la necesidad de agregar 64 notas al final del mismo. Distinto también es el sorprendente final.
Shakespeare termina su obra con una oración cargada de melancolía: «Porque nunca hubo una historia más triste que esta de Julieta y su Romeo». No veo llegar el día en que podamos decir lo mismo del llamado «Período Especial» y el sistema que lo engendró. Entonces celebraremos el fin de la intolerancia.
