Escrita mientras estaba refugiado en la embajada de Chile en Madrid durante la guerra civil española y publicada póstumamente por su mujer, Liliana Ferlosio, en 1984, Rosa Krüger es una obra maestra de Rafael Sánchez Mazas. Sin embargo, en el relato no aparece la menor sombra de la realidad brutal de aquellos momentos. Pensada a imitación de Las mil y una noches, en la que el relato y la intriga consiguieron que Scherezade escapara a su fatal destino, o a lo Decamenrón, narrado como evasión de unso refugiados de la epidemia de peste de la Florencia de mediados del siglo XIV, la novela trataba de superar las terribles circunstancias, de anular el tiempo a través de la creación de un mundo imaginario.
Rosa Krüger es una historia de amor, la de Teodoro Castells, un joven catalán del Valle de Arán que en su camino hacia la aventura europea reconoce en una muchacha alsaciana al amor ideal. Es por lo tanto la historia de un encuentro, fugaz pero trascendental, que cambiará el sentido de su vida y de un deslumbramiento ante la visión del amor cristiano que hace mejor al hombre.
Rosa Krüger es también la novela de la fe: fe en el amor ideal, encarnado en una muchacha jubilosa y católica, norte y guía del protagonista. Y en consecuencia, se produce el rencuentro feliz, como no podía ser de otro modo, porque Rosa Krüger relata el cumplimiento de un destino, la consecución de lo que era ya un impulso natural por ascender.
Rosa Krüger es una historia de amor, la de Teodoro Castells, un joven catalán del Valle de Arán que en su camino hacia la aventura europea reconoce en una muchacha alsaciana al amor ideal. Es por lo tanto la historia de un encuentro, fugaz pero trascendental, que cambiará el sentido de su vida y de un deslumbramiento ante la visión del amor cristiano que hace mejor al hombre.
Rosa Krüger es también la novela de la fe: fe en el amor ideal, encarnado en una muchacha jubilosa y católica, norte y guía del protagonista. Y en consecuencia, se produce el rencuentro feliz, como no podía ser de otro modo, porque Rosa Krüger relata el cumplimiento de un destino, la consecución de lo que era ya un impulso natural por ascender.