María se encontraba a cuatro patas y Hércules la destrozaba a pollazos, María aullaba y aullaba, Hércules y Adonis se iban turnando, en alguna ocasión les sustituía alguno que pasaba por allí, en todo momento había alguien dándole a María, en un momento José Ignacio vio su oportunidad y dejando a Inma atada y con el coño ardiendo se dirigió al grupo, pidió permiso con la mirada y poniéndose detrás de su mujer le perforo el ano, a José Ignacio le hubiese gustado decir que reventó a su mujer, pero para esas horas el culo de la catequista ya era el Eurotunel y literalmente le bailaba dentro. Cuando se corrió, volvió al potro de Inma, le comió el coño y el momento que pago con un orgasmo la paciencia de su asistente laboral la desato y salieron intentando no cruzarse con su mujer.
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