Se cumple un cuarto de siglo de la guerra de las Malvinas. Invito al
lector a pensar sobre el conflicto que nos llevó a ella, y especialmente
sobre la causa Malvinas, las experiencias, los anhelos, los valores y
los sentimientos que dieron forma a esa causa que tanto nos habla de
nosotros mismos. No es éste un libro de análisis sin pasión sino de
aquellos que comprometen profundamente al autor con su sociedad y donde
entran en juego sus propios valores e ideales. El tema es doloroso
porque está atravesado de viejas y nuevas heridas, todas abiertas. Y yo
me dispongo a echar-sal en esas heridas. No le voy a hacer fácil las
cosas a quien recorra estas páginas, como no me ha sido fácil a mí
escribirlas. Lo haré sin otro bálsamo que mi sentido del humor -en
verdad sal y pimienta.
Hablar de las Malvinas no es solamente hablar de la -relación entre el
archipiélago y la nación, sino primordialmente de nuestro nacionalismo
un modo particular de concebir la nación, y de concebir su relación con
el mundo. Las virtudes de la cuestión Malvinas para encarnar nuestro
nacionalismo no las comparte con ninguna otra -de allí su extraordinario
valor. De manera tal que me ocupo aquí de la causa Malvinas para
cuestionar a fondo formas de pensar, creer y sentir nuestra cultura e
historia, nuestro presente y nuestro futuro, los modos de vincularnos
entre nosotros y con el mundo. Vicente Palermo
lector a pensar sobre el conflicto que nos llevó a ella, y especialmente
sobre la causa Malvinas, las experiencias, los anhelos, los valores y
los sentimientos que dieron forma a esa causa que tanto nos habla de
nosotros mismos. No es éste un libro de análisis sin pasión sino de
aquellos que comprometen profundamente al autor con su sociedad y donde
entran en juego sus propios valores e ideales. El tema es doloroso
porque está atravesado de viejas y nuevas heridas, todas abiertas. Y yo
me dispongo a echar-sal en esas heridas. No le voy a hacer fácil las
cosas a quien recorra estas páginas, como no me ha sido fácil a mí
escribirlas. Lo haré sin otro bálsamo que mi sentido del humor -en
verdad sal y pimienta.
Hablar de las Malvinas no es solamente hablar de la -relación entre el
archipiélago y la nación, sino primordialmente de nuestro nacionalismo
un modo particular de concebir la nación, y de concebir su relación con
el mundo. Las virtudes de la cuestión Malvinas para encarnar nuestro
nacionalismo no las comparte con ninguna otra -de allí su extraordinario
valor. De manera tal que me ocupo aquí de la causa Malvinas para
cuestionar a fondo formas de pensar, creer y sentir nuestra cultura e
historia, nuestro presente y nuestro futuro, los modos de vincularnos
entre nosotros y con el mundo. Vicente Palermo