La mística, que refleja la más profunda unión con lo divino, acude a las formas de la lírica amorosa para expresar lo inefable.
San Juan es por ello uno de los mejores poetas de amor de todos los tiempos. En Cántico espiritual, el apasionado diálogo entre el alma y su esposo nos recuerda al Cantar de los Cantares, de la Biblia. La noche oscura del alma plasma, por el contrario, una absoluta desolación. La poesía de Teresa de Jesús es más autobiográfica: describe sus propios éxtasis y experiencias religiosas.