A menudo creemos que la de la acción es una vía mucho más fácil que la del pensamiento, pues mientras este último necesita siempre decidirse acerca del camino se hace simplemente andando, sin más complicaciones. Sin embargo, lo cierto es que hay gente en principio muy dotada para la acción que no puede evolucionar debido a su falta de adiestramiento, lo cual viene a demostrar que el asunto no es tan sencillo. En este sentido, el presente libro intenta poner las cosas en su sitio: llenar un hueco que nadie se ha atrevido ni siquiera a analizar.
En efecto, Edward De Bono nos deslumbra de nuevo con otro espléndido producto de su creativa mente. Después de haber transformado la mentalidad empresarial con sus libros anteriores, dedica ahora su enorme y constante energía a la actividad en sí misma, a los modos y maneras que puede adoptar la acción en cada personalidad humano. De este modo, el método brillante y extrañamente simple de los <> proporciona los medios necesarios para identificar situaciones distintas, poder controlarlas y reaccionar ante ellas de la manera más efectiva posible. De Bono explica con claridad los acontecimientos y las acciones asociados con cada uno de los tipos de zapatos, y acaba diciendo que si bien todo el mundo, naturalmente, puede dominar una forma particular de acción más que otras, la persona que alcance finalmente el éxito será aquella que domine a la perfección las seis maneras de actuar y sepa usar la que corresponde a cada situación unas botas anaranjadas para una situación de emergencia o unas zapatillas grises para una situación de emergencia o unas zapatillas grises para recopilar información. Así, a partir de la metáfora y el juego, De Bono construye un sistema didáctico mediante el que cualquiera podrá aprender por fin a actuar, es decir, a aplicar la acción que convenga a cada momento concreto.
En efecto, Edward De Bono nos deslumbra de nuevo con otro espléndido producto de su creativa mente. Después de haber transformado la mentalidad empresarial con sus libros anteriores, dedica ahora su enorme y constante energía a la actividad en sí misma, a los modos y maneras que puede adoptar la acción en cada personalidad humano. De este modo, el método brillante y extrañamente simple de los <