Sentirse eterno y no sentirse solo es el décimo cuento de la segunda serie de Ningún hombre es superior a su destino, una colección de relatos que recrean momentos posibles de la historia de España, en los que se plasma el impacto de situaciones clave de nuestra historia en la vida cotidiana del individuo corriente, mostrando cómo se alteran su "imago mundi" y su sensibilidad.
Sentirse eterno y no sentirse solo traza un recorrido por la Edad Contemporánea desde el imperio napoleónico hasta nuestros días, a través de la figura de un soldado anónimo castellonense y de sus descendientes. En solo diez páginas este alegato antibelicista consigue plasmar la evolución de la percepción de la guerra en Europa y en la literatura.
Se ha buscado como técnica narrativa la superposición de escenas característica de los videoclips, y estilísticamente se podría definir como conceptismo vanguardista.
Sentirse eterno y no sentirse solo traza un recorrido por la Edad Contemporánea desde el imperio napoleónico hasta nuestros días, a través de la figura de un soldado anónimo castellonense y de sus descendientes. En solo diez páginas este alegato antibelicista consigue plasmar la evolución de la percepción de la guerra en Europa y en la literatura.
Se ha buscado como técnica narrativa la superposición de escenas característica de los videoclips, y estilísticamente se podría definir como conceptismo vanguardista.