"—Tengo... ardientes fantasías contigo, en las que te hago cosas que seguro nunca te hicieron y te obligo a hacerme otras a las que probablemente te negarías, porque el nene bueno que vive en vos, jamás las consentiría —declaro con calma. Los ojos de él se abren, sus pupilas se dilatan y noto que está conteniendo el aire. —Y paradójicamente es ese nene bueno el que me provoca imaginarlas, y también morirme de ganas de someterte, de tenerte a mi merced, de corromperte por completo..."
Ana tiene cuarenta y dos años, es divorciada y su hijo adolescente se encuentra en los Estados Unidos perfeccionando el inglés. Su rol de madre ha cambiado, el trabajo no le proporciona las mismas satisfacciones que antes... Hasta que llega Hernán Gelli a su vida. El joven contador de veintisiete años despierta en ella deseos inconfesables y una extraña inquietud. Animada por sus amigas, y con la excusa de recabar información para un artículo, Ana le hace una propuesta a Hernán, que sella ambos destinos. Sus encuentros en una suite temática ambientada como una cárcel, en el motel Séptimo Cielo, son el comienzo de una tórrida aventura donde la única regla es no enamorarse.
Ana tiene cuarenta y dos años, es divorciada y su hijo adolescente se encuentra en los Estados Unidos perfeccionando el inglés. Su rol de madre ha cambiado, el trabajo no le proporciona las mismas satisfacciones que antes... Hasta que llega Hernán Gelli a su vida. El joven contador de veintisiete años despierta en ella deseos inconfesables y una extraña inquietud. Animada por sus amigas, y con la excusa de recabar información para un artículo, Ana le hace una propuesta a Hernán, que sella ambos destinos. Sus encuentros en una suite temática ambientada como una cárcel, en el motel Séptimo Cielo, son el comienzo de una tórrida aventura donde la única regla es no enamorarse.