Un jurado de notables del automovilismo lo definió con una exactitud que
trasciende las pistas: era un piloto con talento, pero inconsistente.
Condenado a ser el segundo de todas las escuderías, perdió el campeonato
de 1981 por un punto, boicoteado por su propio equipo. ¿Problemas
emocionales? ¿Carácter huraño? ¿Poco confiable? ¿Incapacidad para
trabajar en equipo? Preguntas que se han hecho los expertos de la
Fórmula 1 y que luego también se harían diversos referentes del mundo
político ante sus vacilaciones hamletianas.
Ser o no ser, candidato a presidente. Esa fue, es y será la cuestión.
Con su ex mujer, Mimicha Bobbio, tuvo una relación tumultuosa; con la
actual, Verónica Ghío, intenta tejer un improbable entramado político
que le otorgue seguridad absoluta. Fue uno de los primeros en
apoyar a Carlos Menem en su carrera por desguazar al Estado y ponerlo en
manos privadas. Más tarde, el arco antikirchnerista se lo disputaba:
Duhalde, Carrió, Solá,
Macri, Cobos...
trasciende las pistas: era un piloto con talento, pero inconsistente.
Condenado a ser el segundo de todas las escuderías, perdió el campeonato
de 1981 por un punto, boicoteado por su propio equipo. ¿Problemas
emocionales? ¿Carácter huraño? ¿Poco confiable? ¿Incapacidad para
trabajar en equipo? Preguntas que se han hecho los expertos de la
Fórmula 1 y que luego también se harían diversos referentes del mundo
político ante sus vacilaciones hamletianas.
Ser o no ser, candidato a presidente. Esa fue, es y será la cuestión.
Con su ex mujer, Mimicha Bobbio, tuvo una relación tumultuosa; con la
actual, Verónica Ghío, intenta tejer un improbable entramado político
que le otorgue seguridad absoluta. Fue uno de los primeros en
apoyar a Carlos Menem en su carrera por desguazar al Estado y ponerlo en
manos privadas. Más tarde, el arco antikirchnerista se lo disputaba:
Duhalde, Carrió, Solá,
Macri, Cobos...