Relato que cuenta la historia de una niña que vive en una aldea de Nepal donde es víctima del tráfico infantil, para luego ser vendida a un burdel en India. A través de Shanti, José, el autor, nos describe cómo es la vida en las aldeas remotas del Nepal, cómo surge el tráfico de niños y cuáles son las secuelas.
Es una historia basada en una realidad que el autor ha vivido muy de cerca, pero que nos la presenta a través de en un Ser especial que emana amor por los cuatro costados. Entre los dos surge una relación que les une de una manera muy especial, pues Shanti no es una niña cualquiera, sino un ángel que ha surgido para mostrarle el camino hacia la felicidad: la inmensa quietud que surge cuando vivimos el momento presente con total atención.
El camino no es sencillo, levantarse y sonreír cada mañana no es sencillo, pero Shanti, a través de su experiencia de vida, y José, a través de compartir los sentimientos más íntimos de quien vive en otra cultura, no solo nos acercan a la miseria del ser humano que se ha perdido en el mundo, el ser que nunca conoció el amor; sino también al Ser amoroso que está muy cerca de todos nosotros. Pero la felicidad tiene un precio; hay que andar el camino, ser muy honesto consigo mismo y volcar todos los esfuerzos en prestar atención constante a cada gesto, cada palabra, cada sensación y cada pensamiento que surge en nosotros.
José da vida a Shanti para acercarnos a ese Ser maravilloso que todos llevamos dentro, volcando su corazón y sin escatimar en detalles para mostrar la realidad del que vive lejos de casa, o de sí mismo.
Es una historia basada en una realidad que el autor ha vivido muy de cerca, pero que nos la presenta a través de en un Ser especial que emana amor por los cuatro costados. Entre los dos surge una relación que les une de una manera muy especial, pues Shanti no es una niña cualquiera, sino un ángel que ha surgido para mostrarle el camino hacia la felicidad: la inmensa quietud que surge cuando vivimos el momento presente con total atención.
El camino no es sencillo, levantarse y sonreír cada mañana no es sencillo, pero Shanti, a través de su experiencia de vida, y José, a través de compartir los sentimientos más íntimos de quien vive en otra cultura, no solo nos acercan a la miseria del ser humano que se ha perdido en el mundo, el ser que nunca conoció el amor; sino también al Ser amoroso que está muy cerca de todos nosotros. Pero la felicidad tiene un precio; hay que andar el camino, ser muy honesto consigo mismo y volcar todos los esfuerzos en prestar atención constante a cada gesto, cada palabra, cada sensación y cada pensamiento que surge en nosotros.
José da vida a Shanti para acercarnos a ese Ser maravilloso que todos llevamos dentro, volcando su corazón y sin escatimar en detalles para mostrar la realidad del que vive lejos de casa, o de sí mismo.