Gustave Thibon es uno de los pensadores católicos más importantes de todo el siglo XX. Poseedor de una penetrante intuición y de una vastísima cultura clásica, publicó numerosos libros acerca de cuestiones como la fe, la gracia o el sentido de la vida. Este volumen es, por su parte y siguiendo esa misma estela, un firme acercamiento a las claves fundamentales que constituyen la esencia del amor humano.
La obra está dividida en cuatro apartados claramente diferenciados, que avanzan desde lo más general a lo particular. Las páginas que dedica a la unidad de la persona humana y a la interpretación entre vida y espíritu, entre cuerpo y alma, implican una concepción filosófica a la vez penetrante y simple. Esta seguridad le permite reflexionar sobre el papel de la vida sexual, del medio social y de la comprensión mutua entre los esposos.
La única finalidad que buscamos al publicar es¬tas páginas escribe el autor en el prólogo- es ayudar a algunas almas de buena voluntad a no separar lo que Dios ha unido. Para ello importa ante todo comprender que aun en el orden más temporal no hay plenitud humana posi¬ble si Dios no es su alma y su centro.
La claridad expositiva y la sencillez siempre conseguida por Thibon facilitan la aprehensión de los planteamientos y el entendimiento de una cuestión el amor- tantas veces mentada como pocas comprendida.
La obra está dividida en cuatro apartados claramente diferenciados, que avanzan desde lo más general a lo particular. Las páginas que dedica a la unidad de la persona humana y a la interpretación entre vida y espíritu, entre cuerpo y alma, implican una concepción filosófica a la vez penetrante y simple. Esta seguridad le permite reflexionar sobre el papel de la vida sexual, del medio social y de la comprensión mutua entre los esposos.
La única finalidad que buscamos al publicar es¬tas páginas escribe el autor en el prólogo- es ayudar a algunas almas de buena voluntad a no separar lo que Dios ha unido. Para ello importa ante todo comprender que aun en el orden más temporal no hay plenitud humana posi¬ble si Dios no es su alma y su centro.
La claridad expositiva y la sencillez siempre conseguida por Thibon facilitan la aprehensión de los planteamientos y el entendimiento de una cuestión el amor- tantas veces mentada como pocas comprendida.