#Angelika llegó a Colombia con su hija Corinna el 20 de marzo de 1959.
Fue una mujer que dio todo por ser madre de nuevo, comprendió a las
mujeres como las madres de la humanidad, visión que defendió a capa y
espada. Luchó en contra de la esterilización masiva de las mujeres
campesinas, #las madres de los guardianes del mundo#, como ella las
llamaba. Se apropió de sus manos, de su belleza, su talento, su
disciplina y la tierra, para enseñarle a los campesinos a cultivar sin
químicos. Crió a sus hijos Kira y Marvan sin la educación tradicional.
Sembró una semilla de luz para invitar a la humanidad a cultivar su
conciencia, #volver por lo nuestro#. Construyó una granja de admiración
en Cota Cundinamarca, reconstruyó la casa de la cultura del pueblo,
abrió nuevos caminos, hizo carnavales, exploró cavernas, hospedó
familias enteras, niños de la calle, artesanos, buscadores, músicos,
pintores, chamanes y Mamos. Subió montañas, nadó en ríos y lagunas,
recorrió continentes y llegó a la Antártida. Dejó todo listo porque
quería fundar un pueblo en la Patagonia, festejó navidades y cumpleaños
con los campesinos, se apodó a ella misma como #La bruja del tercer ojo#
para vivir sola en el campo con sus dos hijos. Mujer que se abrió camino
en el cielo y la tierra, necesitó volar un avión para pensar más claro y
más rápido; para ausentarse de lo cotidiano, para ser parte del universo
desde donde hoy y siempre nos irradia con su luz" - Marvan Helberger
Fue una mujer que dio todo por ser madre de nuevo, comprendió a las
mujeres como las madres de la humanidad, visión que defendió a capa y
espada. Luchó en contra de la esterilización masiva de las mujeres
campesinas, #las madres de los guardianes del mundo#, como ella las
llamaba. Se apropió de sus manos, de su belleza, su talento, su
disciplina y la tierra, para enseñarle a los campesinos a cultivar sin
químicos. Crió a sus hijos Kira y Marvan sin la educación tradicional.
Sembró una semilla de luz para invitar a la humanidad a cultivar su
conciencia, #volver por lo nuestro#. Construyó una granja de admiración
en Cota Cundinamarca, reconstruyó la casa de la cultura del pueblo,
abrió nuevos caminos, hizo carnavales, exploró cavernas, hospedó
familias enteras, niños de la calle, artesanos, buscadores, músicos,
pintores, chamanes y Mamos. Subió montañas, nadó en ríos y lagunas,
recorrió continentes y llegó a la Antártida. Dejó todo listo porque
quería fundar un pueblo en la Patagonia, festejó navidades y cumpleaños
con los campesinos, se apodó a ella misma como #La bruja del tercer ojo#
para vivir sola en el campo con sus dos hijos. Mujer que se abrió camino
en el cielo y la tierra, necesitó volar un avión para pensar más claro y
más rápido; para ausentarse de lo cotidiano, para ser parte del universo
desde donde hoy y siempre nos irradia con su luz" - Marvan Helberger