Una narración histórica novelada sobre la historia reciente del Sudán y los conflictos étnicos provocados por Jartum en las minorías negras del sur del país.
G.H.Guarch nos traslada de nuevo a un escenario exótico de la mano de sus personajes en un recorrido que parte en el Sudán de los años cincuenta para llegar hasta 1996.
El protagonista, Paul Cooper, llega a Sudán de niño arrastrado por su padre, un párroco anglicano. La novela, en clave autobiográfica, comienza: "En estas páginas se intenta explicar cómo el hombre puede transformar el paraíso en un infierno. Eso ha sucedido en los últimos sesenta años en uno de los lugares más bellos de la Tierra, en el país más extenso de África, equivalente a diez veces la superficie del Reino Unido, y con una densidad de población, en los años en que comienza el relato, veinticinco veces inferior.
Pero eso sí, el Sudán es además uno de los lugares más diversos y exóticos de África, desde las selvas tropicales del sur, a los desiertos de arena del Noroeste que se funden con el inmenso Sahara, y en su parte central las extensísimas sabanas que dan la impresión de no terminar nunca. Allí viven doscientos cincuenta pueblos de culturas y costumbres muy diferentes, que conforman un variopinto mosaico, inabarcable por su riqueza natural y antropológica...".
G.H.Guarch nos traslada de nuevo a un escenario exótico de la mano de sus personajes en un recorrido que parte en el Sudán de los años cincuenta para llegar hasta 1996.
El protagonista, Paul Cooper, llega a Sudán de niño arrastrado por su padre, un párroco anglicano. La novela, en clave autobiográfica, comienza: "En estas páginas se intenta explicar cómo el hombre puede transformar el paraíso en un infierno. Eso ha sucedido en los últimos sesenta años en uno de los lugares más bellos de la Tierra, en el país más extenso de África, equivalente a diez veces la superficie del Reino Unido, y con una densidad de población, en los años en que comienza el relato, veinticinco veces inferior.
Pero eso sí, el Sudán es además uno de los lugares más diversos y exóticos de África, desde las selvas tropicales del sur, a los desiertos de arena del Noroeste que se funden con el inmenso Sahara, y en su parte central las extensísimas sabanas que dan la impresión de no terminar nunca. Allí viven doscientos cincuenta pueblos de culturas y costumbres muy diferentes, que conforman un variopinto mosaico, inabarcable por su riqueza natural y antropológica...".