Andrés es un travestí de poca monta que se ha tatuado algo muy especial en sus partes. Gus también luce otro tatuaje muy especial, solo que en otra zona de su cuerpo menos comprometida. Ninguno de los dos diseños se inspira en motivos tribales, símbolos chinos, anclas de marinero o querubines sosteniendo un rótulo de “amor de madre”, pero sí representan sueños muy personales por los que están dispuestos a sacrificarlo todo...Cuando Gus sale de prisión tras montárselo accidentalmente, durante un vis a vis, con la esposa de Del Vecchio, un capo de la mafia perturbado por el consumo excesivo de cine (a quien, para colmo de males, ha robado en su último trabajo), ambos sueños se tambalearán.La única forma que les queda a los tatuados de mantener sus ilusiones en pie pasa por agachar las orejas ante Del Vecchio y servirle en un último golpe... A partir de entonces, Gus, Andrés y el resto de la banda tendrán que echarle muchos cojones si quieren sobrevivir al encargo y poder cumplir sus sueños lejos de Del Vecchio y sus secuaces.Nada saldrá como ellos esperan, por supuesto, pero... ¿qué sería de una buena historia si esto fuera así?Título perteneciente a la colección de narrativa audiovisual Courier 12. Guión de largometraje.
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