“Tengo un amante. 15 relatos devoradores” es un conjunto de textos que Estefanía Farías ha escrito con ímpetu febril. Su prosa fresca, atrevida y mordaz no desperdicia recursos buscando ornamentos o revolviendo palabras.
Su lenguaje honesto e intenso, exento de prejuicios, envuelve al lector en una forma que se revuelca con él entre las sábanas, lo saca luego de paseo y le presenta una variedad de personajes en extraños circuitos, más tarde lo sumerge en oscuras intrigas y al final, para relajarlo un poco, lo hace reír a rabiar con situaciones absurdas.
A diferencia de otras escritoras, que en un afán desesperado por ocultar su miserable candidez advierten con grandilocuencia sobre el supuesto atrevimiento de sus obras, Farias simplemente apunta bien a su objetivo y jala el gatillo.
La exuberante naturalidad de su narrativa y la admirable soltura con que escribe revela de lo que se compone la verdadera audacia. Quien enfrenta sus textos siente que será devorado por un lobo irresistible y acaba entregándose con placer.
Su lenguaje honesto e intenso, exento de prejuicios, envuelve al lector en una forma que se revuelca con él entre las sábanas, lo saca luego de paseo y le presenta una variedad de personajes en extraños circuitos, más tarde lo sumerge en oscuras intrigas y al final, para relajarlo un poco, lo hace reír a rabiar con situaciones absurdas.
A diferencia de otras escritoras, que en un afán desesperado por ocultar su miserable candidez advierten con grandilocuencia sobre el supuesto atrevimiento de sus obras, Farias simplemente apunta bien a su objetivo y jala el gatillo.
La exuberante naturalidad de su narrativa y la admirable soltura con que escribe revela de lo que se compone la verdadera audacia. Quien enfrenta sus textos siente que será devorado por un lobo irresistible y acaba entregándose con placer.