La historia conoce sus olvidos y éstos no son casuales. Pocos recordaban, hasta algunos años atrás, a los reformadores «de segunda línea», a los «sectarios», o «reformadores radicales», como preferimos llamarlos ahora. Lutero, Calvino, Hus, Knox, Zuinglio, cuya obra logró establecer iglesias oficiales, empujaron fuera del centro de la atención histórica a estos otors hombres que quisieron reformar la Iglesia regresando a la pureza de los orígenes y la sencillez del evangelio. Es en este sentido que fueron «radicales».
No es casual que fueran estos reformadores marginales quienes concibieron de manera más aguda la responsabilidad cristiana frente a las demandas de la justicia y la paz, mereciendo por ello el rechazo de los príncipes y magistrados y la persecución de los poderes constituidos.
Este volumen presenta para el público de lengua castellana los textos más valiosos de la producción literaria de los «reformadores radicales», que los lectores sin duda encontrarán cargados de anticipos de lo que, mucho tiempo después, serían las grandes revoluciones de nuestro tiempo —mucho antes de que las grandes concepciones políticas y sociales del occidente contemporáneo fueran totalmente secularizadas.
No es casual que fueran estos reformadores marginales quienes concibieron de manera más aguda la responsabilidad cristiana frente a las demandas de la justicia y la paz, mereciendo por ello el rechazo de los príncipes y magistrados y la persecución de los poderes constituidos.
Este volumen presenta para el público de lengua castellana los textos más valiosos de la producción literaria de los «reformadores radicales», que los lectores sin duda encontrarán cargados de anticipos de lo que, mucho tiempo después, serían las grandes revoluciones de nuestro tiempo —mucho antes de que las grandes concepciones políticas y sociales del occidente contemporáneo fueran totalmente secularizadas.
