La distancia, la separación, pueden ser también un acto de amor. Después de comprender que la cultura, que la crianza, que las costumbres se interponen entre ellos, Lheena, una comechingona, decide abandonar al noble inglés, William York. No quiere que ese amor que se tienen lo enemiste con su familia y sus antepasados. Se va, sin saberlo, esperando un hijo de él.
Años más tarde, ese hijo quiere saber de su padre, al que no conoce, pero que odia en secreto porque lo responsabiliza del abandono. Cuando conoce la historia, decide odiar también a toda su familia paterna que ha rechazado a su madre por sus orígenes, que lo ha privado a él de su identidad, que lo hace sentirse hijo de esa furia que lo embarga, que lo ciega, que le reclama venganza.
Decide, entonces, embarcarse a la búsqueda de un pasado que conoce a medias, de una identidad que le es esquiva; él, que ha reunido a sus padres en su persona, tal vez logre lo imposible, que es reunirlos a ambos para que puedan estar juntos.
Con la historia del hijo de la furia, se cierra la historia de desencuentros y deseos, de añoranza y de entrega, de dos mundos imposibles que consiguen convivir, quererse, evitar las convenciones sociales.
Narrada con una prosa envolvente que hace que el lector no pueda dejar de leer, que cuenta con detalle las transformaciones de cada uno de los personajes, Tierra India. Hijo de la furia confirma, una vez más, a Susana Biset como una de las más originales voces de la novela histórica actual.
Años más tarde, ese hijo quiere saber de su padre, al que no conoce, pero que odia en secreto porque lo responsabiliza del abandono. Cuando conoce la historia, decide odiar también a toda su familia paterna que ha rechazado a su madre por sus orígenes, que lo ha privado a él de su identidad, que lo hace sentirse hijo de esa furia que lo embarga, que lo ciega, que le reclama venganza.
Decide, entonces, embarcarse a la búsqueda de un pasado que conoce a medias, de una identidad que le es esquiva; él, que ha reunido a sus padres en su persona, tal vez logre lo imposible, que es reunirlos a ambos para que puedan estar juntos.
Con la historia del hijo de la furia, se cierra la historia de desencuentros y deseos, de añoranza y de entrega, de dos mundos imposibles que consiguen convivir, quererse, evitar las convenciones sociales.
Narrada con una prosa envolvente que hace que el lector no pueda dejar de leer, que cuenta con detalle las transformaciones de cada uno de los personajes, Tierra India. Hijo de la furia confirma, una vez más, a Susana Biset como una de las más originales voces de la novela histórica actual.