Tino, después de ver la película La fragancia de una mujer, recordó cuando vio a una pareja bailar el tango en la calle Florida de Buenos Aires, decidió que quería aprender a bailar el tango argentino. Después de buscar en internet, decidió tomar lecciones en una Academia. Ana la instructora después de unos pasos le pidió que bajara la cola por le hacía cosquillas y no podía concentrase. Tino, debido a su orgullo no bajo la cola. Después de un argumento con Ana, se dio cuenta que no quería aprender a bailar.
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