El TODO es lo contrario de la NADA. La Nada es un lugar aterrador. Un lugar sin sentido, sin conexión con el verdadero ser humano, sin vida auténtica, sin amor real. Un lugar del que sólo es posible huir.
El Todo es un lugar donde todas las cosas tienen consistencia, un espacio de paz y armonía donde no existe el miedo, porque todo es parte de uno y del mismo Todo. El Todo es la existencia común a todos nosotros, es nuestra voz interior, es lo escrito entre líneas. El Todo es lo que oímos cuando nos olvidamos de nosotros mismos y escuchamos de verdad.