Las áreas de educación, cultura, ciencia y tecnología –temas de este volumen– deben conformar un fuerte entramado que conduzca al progreso económico y la satisfacción personal de los jaliscienses. Empero, el sistema educativo de Jalisco presenta algunos claroscuros: en preescolar, primaria y secundaria, la cobertura es aceptable, pero con problemas de calidad, logro educativo y eficiencia; en educación media superior, hay rezagos e insuficiencias en cobertura y calidad de la formación, y en el nivel superior, la cobertura es muy baja y desigual entre regiones Nuestros logros, déficits e insuficiencias educativas se acompañan de la configuración de prácticas y políticas públicas culturales contradictorias. Su falta de coherencia impide que se articulen la educación y la cultura. En la promoción oficial predomina la visión elitista de la alta cultura, y en el espectáculo, los intereses culturales gobiernan con frecuencia las decisiones de política cultural. En este contexto, la ciencia y la tecnología parecen ajenas a la educación y la cultura de Jalisco. En todos los niveles educativos, las prácticas científicas y tecnológicas son vistas como actividades extrañas, exóticas, comprensibles sólo para iniciados, y de escasa utilidad cotidiana. Tal vez por eso los jóvenes jaliscienses ponen poca atención en las disciplinas científicas, y es bajo su interés por cursar estudios superiores o posgrados en estas áreas del conocimiento.
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