Tonalidad de las sensaciones es un poemario dedicado a la música de tierra adentro del continente, en su contemporaneidad y tradición; también dedicado a las sensaciones de cuerpo entero. Una de las melodías más sonadas y extendidas es la cumbia, que no solo es popular en todas partes, sino ha adquirido adecuaciones y adaptaciones locales, sin abandonar el formato de su nacimiento; modelado y modulado en Colombia. Otra de las armonías, no tan extendidas, mas bien, regionalizada en el norte argentino, en Uruguay, Paraguay, sud de Brasil y sud de Bolivia, en la provincia del Chaco, es el Chamamé. Ambos acordes contrastan por sus tonadas, aunque también por sus regiones de nacimiento; a su vez, ambas contrastan como lo moderno y la tradición; pues, la primera, ha experimentado variaciones actualizadas, por así decirlo, adaptándose a los escenarios de fiesta urbana; en tanto que la segunda, ha preservado su estructura campesina gaucha. Sin embargo, ambas expresan los sentimientos y las percepciones territoriales de los pueblos de tierra adentro; aunque cuando hablamos de la cumbia, tiene que ver con las playas y el trópico, en sus lugares de nacimiento. Tierra adentro, entonces, quiere decir tierra de perdurables memorias.
Ya dedicamos poemas al tango, al flamenco y a la cueca; pensamos seguir haciéndolo con otros estilos musicales del continente; melodías y composiciones contemporáneas y tradicionales, buscando expresarlas desde las plásticas imágenes de la metáfora, motivadas por la vibración de sus ritmos. Que son, por así decirlo, lenguaje de cuerdas vibrantes, desplegando armónicamente notas.
Ya dedicamos poemas al tango, al flamenco y a la cueca; pensamos seguir haciéndolo con otros estilos musicales del continente; melodías y composiciones contemporáneas y tradicionales, buscando expresarlas desde las plásticas imágenes de la metáfora, motivadas por la vibración de sus ritmos. Que son, por así decirlo, lenguaje de cuerdas vibrantes, desplegando armónicamente notas.