Si vas por Rosario y te acercas al café Burgundy es muy posible que te tropieces con Trafalgar Medrano. Si tienes suerte, y no lo interrumpes antes de que entre en calor, tal vez te cuente lo que le pasó durante alguno de sus viajes.
¿Que a qué se dedica que es tan interesante? En realidad, Trafalgar no es más un comerciante, un hombre que va de un lado para otro con su «cacharro» (así lo llama) y ofrece diversos productos allí donde los necesitan. Solo que ese «allí donde los necesitan» no está tal vez donde tú crees, sino en otros planetas, en sistemas solares distintos y en mundos diferentes.
Con una habilidad magistral para convertir el lenguaje coloquial en una herramienta literaria, Angélica Gorodischer consigue aquí una de sus obras más amenas y divertidas. El contraste entre lo cotidiano y exótico, la narración puramente oral, la rápida y eficaz definición de ambientes y personajes, el humor y la ironía que desborda cara relato hacen de Trafalgar un libro para ser leído y disfrutado una y otra vez. Sin duda, una de las grandes obras de una de la mejores autoras en castellano, tanto dentro como fuera del fantástico.
¿Que a qué se dedica que es tan interesante? En realidad, Trafalgar no es más un comerciante, un hombre que va de un lado para otro con su «cacharro» (así lo llama) y ofrece diversos productos allí donde los necesitan. Solo que ese «allí donde los necesitan» no está tal vez donde tú crees, sino en otros planetas, en sistemas solares distintos y en mundos diferentes.
Con una habilidad magistral para convertir el lenguaje coloquial en una herramienta literaria, Angélica Gorodischer consigue aquí una de sus obras más amenas y divertidas. El contraste entre lo cotidiano y exótico, la narración puramente oral, la rápida y eficaz definición de ambientes y personajes, el humor y la ironía que desborda cara relato hacen de Trafalgar un libro para ser leído y disfrutado una y otra vez. Sin duda, una de las grandes obras de una de la mejores autoras en castellano, tanto dentro como fuera del fantástico.