Si nosotros podemos comunicarnos en tiempo real con una persona que está en otro continente, ver su rostro en el computador, y escuchar su voz... ¿por qué no podría Cristo enviar mensajes a la humanidad del siglo 21?
Lo ha hecho, y sus mensajes se encuentran en este libro.
Esta es la síntesis:
Mientras prepara un viaje a Europa con su hija, una periodista recibe un correo electrónico de un desconocido, un tal Gabriel Engel, que le indica: “Anda a recoger las Cartas que Cristo ha enviado a la humanidad del siglo 21”. La hija de la periodista, una joven y escéptica psicóloga, cree que el mensaje es un virus computacional o, al menos, una broma.
Sin embargo, a lo largo del recorrido por nueve países europeos, de manera misteriosa van recibiendo las Cartas, sin que jamás puedan hablar o ver a los mensajeros. La curiosidad las impulsa a leer las Cartas, y hacer las preguntas lógicas que cualquiera plantearía: “¿Crees que fueron dictadas realmente por Cristo?”
A medida que van avanzando en las lecturas, comprueban que contienen relatos y verdades que sólo podrían provenir de una fuente muy elevada espiritualmente. Cristo dice que viene a través de estas Cartas, canalizadas por una mujer, para RECTIFICAR las enseñanzas que entregó hace dos mil años, y que no fueron bien comprendidas cuando, como Jesús, habló a las multitudes. Lo peor, afirma, es que fueron mal interpretadas por sus discípulos, en un intento de hacerlas más fáciles de penetrar en el sistema religioso judío. Y, más tarde, la Iglesia Católica acabó por deformar lo que él dijo.
En las Cartas él habla de su infancia, adolescencia (con hermanos y hermanas), de su madre, de lo que vio realmente en el desierto durante esos 40 días que lo transformaron por completo. Indica cómo fue capaz de realizar sus milagros (multiplicación de los panes, sanación de enfermos).
También explica las leyes de la existencia, nuestro propósito en la vida, la importancia del sexo, las causas del término del amor en los matrimonios, cómo resolver conflictos en distintos ámbitos, y cómo podemos alcanzar concretamente, aquí en la Tierra, lo que él llamó el Reino de los Cielos, para vivir en paz y alegría, a nivel individual y colectivo. Subraya, asimismo, que debemos hacerlo, para evitar una catástrofe inminente.
Abarca todos los temas que le pueden interesar a un ser humano cualquiera.
TODO EL MUNDO NECESITA ESTE LIBRO, ya que las enseñanzas que contiene se pueden aplicar de inmediato en nuestra vida cotidiana.
Estas revelaciones van a trastrocar las creencias cristianas (nos pide, por ejemplo, dejar de recordar cada año su muerte). También se refiere a las creencias erróneas de católicos, musulmanes, judíos y budistas, y dice que un “saludable ateísmo” es mejor que practicar rituales sin sentido.
El viaje realmente ocurrió, tal como se relata, y las Cartas existen, puesto que fueron canalizadas por esa mujer que vive en Sudáfrica y que ha preferido el anonimato.
Lo ha hecho, y sus mensajes se encuentran en este libro.
Esta es la síntesis:
Mientras prepara un viaje a Europa con su hija, una periodista recibe un correo electrónico de un desconocido, un tal Gabriel Engel, que le indica: “Anda a recoger las Cartas que Cristo ha enviado a la humanidad del siglo 21”. La hija de la periodista, una joven y escéptica psicóloga, cree que el mensaje es un virus computacional o, al menos, una broma.
Sin embargo, a lo largo del recorrido por nueve países europeos, de manera misteriosa van recibiendo las Cartas, sin que jamás puedan hablar o ver a los mensajeros. La curiosidad las impulsa a leer las Cartas, y hacer las preguntas lógicas que cualquiera plantearía: “¿Crees que fueron dictadas realmente por Cristo?”
A medida que van avanzando en las lecturas, comprueban que contienen relatos y verdades que sólo podrían provenir de una fuente muy elevada espiritualmente. Cristo dice que viene a través de estas Cartas, canalizadas por una mujer, para RECTIFICAR las enseñanzas que entregó hace dos mil años, y que no fueron bien comprendidas cuando, como Jesús, habló a las multitudes. Lo peor, afirma, es que fueron mal interpretadas por sus discípulos, en un intento de hacerlas más fáciles de penetrar en el sistema religioso judío. Y, más tarde, la Iglesia Católica acabó por deformar lo que él dijo.
En las Cartas él habla de su infancia, adolescencia (con hermanos y hermanas), de su madre, de lo que vio realmente en el desierto durante esos 40 días que lo transformaron por completo. Indica cómo fue capaz de realizar sus milagros (multiplicación de los panes, sanación de enfermos).
También explica las leyes de la existencia, nuestro propósito en la vida, la importancia del sexo, las causas del término del amor en los matrimonios, cómo resolver conflictos en distintos ámbitos, y cómo podemos alcanzar concretamente, aquí en la Tierra, lo que él llamó el Reino de los Cielos, para vivir en paz y alegría, a nivel individual y colectivo. Subraya, asimismo, que debemos hacerlo, para evitar una catástrofe inminente.
Abarca todos los temas que le pueden interesar a un ser humano cualquiera.
TODO EL MUNDO NECESITA ESTE LIBRO, ya que las enseñanzas que contiene se pueden aplicar de inmediato en nuestra vida cotidiana.
Estas revelaciones van a trastrocar las creencias cristianas (nos pide, por ejemplo, dejar de recordar cada año su muerte). También se refiere a las creencias erróneas de católicos, musulmanes, judíos y budistas, y dice que un “saludable ateísmo” es mejor que practicar rituales sin sentido.
El viaje realmente ocurrió, tal como se relata, y las Cartas existen, puesto que fueron canalizadas por esa mujer que vive en Sudáfrica y que ha preferido el anonimato.
